La campaña agrícola de 2016 ha sido larga pero tranquila

Así, el 4 de octubre tuvo lugar la mesa de cierre de la campaña de 2016, en la cual se evaluó el trascurso de la misma y se propusieron mejoras para el 2017. En ella, la valoración general fue que la campaña «se ha desarrollado con normalidad y tranquilidad, aun siendo larga», indican desde mesa de la campaña. «De manera ordinaria, suele acabar a finales de septiembre y este año se prolongará hasta noviembre. La buena cosecha de cereza y la estabilidad en los precios, ha permitido que en el arranque de la campaña, entre mayo y junio, los trabajadores temporeros hayan tenido cabida en el mercado laboral, permitiendo un 25% más de contratos en el sector, frente al año pasado».

«También ha habido cierta estabilidad en el número de temporeros desplazados y no ha habido grandes movimientos a lo largo de la campaña. Laboralmente hemos tenido un año con mucho trabajo de forma continuada y sin grandes parones y, aunque han aumentado las contrataciones, todavía queda mucho por mejorar», apuntan desde la mesa. Por ello, se sigue insistiendo en que se debe contratar directamente y no a través de terceros; se debe pagar y cotizar por jornadas realmente trabajadas y lo establecido en convenio; y no se debe pagar o cotizar por debajo de lo establecido por ley, ya que toda contratación en precario contribuye a la existencia de grupos de personas con trabajos marginales que no obtienen los recursos necesarios y suficientes para llevar una vida independiente y digna.

En este sentido también destacan la labor de «la Delegación de Trabajo y de los sindicatos que siguen revisando e interviniendo para que las contrataciones laborales cumplan la legislación vigente y también es verdad que se observa una mayor responsabilidad de los empleadores». De hecho, de las 34 inspecciones de trabajo que ha tenido la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Margen Derecha del Ebro (Aeamde) en ninguna se registraron irregularidades.

Sin embargo, la mesa de campaña también puso de relieve que «el número de temporeros que viven en condiciones precarias (casetas, bodegas, hacinados, en la calle) ha aumentado mucho respecto a otros años y se han contabilizado 450 personas que viven en estas condiciones en los meses de verano en la comarca». «A falta de otro recursos, algunos temporeros se ven obligados a realquilar o incluso pagar por cama, por habitación o vivir hacinados», precisan, «de ahí la importancia de insistir en que los empleadores faciliten unos alojamientos dignos y adecuados». «Esta manera de proceder contribuye además a prevenir la conflictividad sanitaria, social y de seguridad pública», inciden desde la mesa.

Por nacionalidades, siguen siendo los temporeros ghaneses y argelinos los que más acuden a Valdejalón, seguidos por los portugueses (este año), rumanos y marroquíes; búlgaros en menor medida y senegaleses y españoles, de manera ocasional.

La mesa de cierre de campaña también destacó que «la convivencia vecinal en estos meses ha mejorado mucho respecto a otros años y ha sido una campaña en la que las quejas vecinales han sido muy pocas».

Los Servicios Sociales de Campaña Agrícola han funcionado con intensidad, sobre todo el Servicio de Agentes de Convivencia, muy bien valorado por los colectivos y vecinos, así como el servicio de duchas y lavandería en La Almunia y Ricla, que ha sufrido un gran incremento de usos.

La mesa también ha destacado «la problemática del Servicio de Urgencias del Centro de Salud de La Almunia, ya que en el horario de urgencias atiende a personas que acuden al mismo después de haber finalizado su jornada laboral, y no para motivos de ‘urgencia’, por lo que el centro de salud precisaría de más refuerzo en estos meses para poder atender la realidad sociosanitaria de la zona en fechas de campaña agrícola con los recursos adecuados a la misma». T