El emplazamiento sobre el que se está levantando la presa de Mularroya es una de las zonas con menor sismicidad de todo el territorio español. Este es el mensaje que trasladaron representantes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a los alcaldes de las comarcas de Valdejalón y Calatayud y representantes de sectores empresariales de la provincia, así como a varias comunidades de regantes, en una reunión que tuvo lugar el 16 de febrero en la EUPLA. En este encuentro participaron técnicos especialistas del Instituto Geográfico Nacional (IGN), responsables de la elaboración de los Mapas de Peligrosidad y también responsables de Protección Civil de Aragón, encargados del Plan Territorial de Protección Civil de Aragón (Platear) que coincidieron en señalar que la presa estará ubicada en una zona calificada como de muy baja peligrosidad sísmica.

En concreto, el IGN confirmó que el Mapa de Peligrosidad Sísmica de España revisado en octubre de 2015 describe el emplazamiento del embalse de Mularroya como una de las zonas de menor peligrosidad de sismicidad del territorio nacional, como también se recoge en el Plan Territorial de Protección Civil de Aragón en su mapa de riesgo sísmico.

Además, se informó a los alcaldes que el embalse de Mularroya cumple la actual Norma de Construcción Sismorresistente deEspaña del año 2002, que regula el cálculo de la sismicidad sobre una construcción.

A pesar de todo ello, y ante el principio de prudencia, se ha analizado el contenido recogido en un reciente artículo de la Revista Sociedad Geológica de España, publicado en diciembre de 2017 con firma de varios miembros del Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza y con repercusión reciente en medios de comunicación que alertaba sobre el riesgo sísmico del embalse. Según la CHE, «este análisis sobre las nuevas aportaciones sobre peligrosidad sísmica se han realizado sin una justificada metodología científica y no se ha presentado ninguna evidencia científica de la existencia de una falla con actividad sísmica durante al menos los últimos 10.000 años, es más no se han registrado afecciones por ningún tipo de actividad sísmica en las presas romanas que permanecen en el entorno desde hace más de 2000 años (Muel, La Almunia y Almonacid de la Cuba)».

Los alcaldes tomaron buena nota de las explicaciones de los técnicos que resultaron bastante «tranquilizadoras», según señala Ignacio Gutiérrez, alcalde de Ricla, quien incidió en que «lo que hay que hacer es terminar la presa y cuando empiece la fase de llenado hacer todas las pruebas de carga y evaluaciones necesarias para medir bien los riegos».

También David Felipe, alcalde de Calatorao, precisó que lo que ha quedado claro tras la reunión es que el proyecto de Mularroya se ha hecho siguiendo toda la normativa vigente en estos casos y teniendo en cuenta todos los informes.

Además, el lunes 19 de febrero los alcaldes de Ricla y Calatorao mantuvieron un encuentro en Zaragoza con los autores del artículo en la revista de geología. T