Más de 600 personas asistieron en Calatorao a la representación de la obra de teatro Esta nuestra talla, una recreación didáctica de la leyenda del Santo Cristo, que se llevó a cabo el 1 de julio por las calles del casco histórico.

La hermosa leyenda que rodea la aparición de la talla del Santo Cristo fue recreada en forma de recorrido teatralizado por las mismas calles de Calatorao donde, según la leyenda, tuvieron lugar los hechos ocurridos en el año 1520, que llevaron a la realización, por un peregrino, de la talla del Santo Cristo.

La teatralización corrió a cargo del grupo Majarbit Teatro, según el guión escrito y dirigido por la joven calatorense María Palomino, y contó con un reparto de jóvenes actores integrado por José Ugencio, Iliane Neira, Iguazel Aparici, Belén Gasca, Rodrigo Torrejón, Alexandra Stefan y la propia María Palomino. En maquillaje y peluquería estuvieron Teresa Guillén e Isabel Romeo. La organización corrió a cargo de la Asociación Barbacana y el Ayuntamiento de Calatorao, y la colaboración de la parroquia y Banda Mariano Gracia Escario.

Con una plaza llena de público, la representación comenzó, como cuenta la tradición popular, a la salida de misa mayor. Eran las 20.45 horas cuando un juglar irrumpió de entre el público y después de recitar una serie de versos que facilitaron la participación de la gente asistente a la representación dio entrada a la obra.

A la vez que se escuchó un gran toque de campanas, varias damas vestidas con trajes de época salen de la iglesia hablando de asuntos que supuestamente pudieron ocurrir en Calatorao alrededor de 1520, cuando cristianos viejos y cristianos nuevos convivían en la localidad. La conversación se interrumpe cuando el marido de una de ellas les llama la atención diciendo que ha salido de la iglesia un peregrino enfermo que requiere cuidados. Éste es curado con agua bendita y en agradecimiento se ofrece a fabricar en tres días una talla del Cristo Crucificado, ya que se ha dado cuenta de que en la Iglesia no existe tal talla.

Después de una trama graciosa, y tras las súplicas de su mujer, el marido accede a proporcionar una habitación de su casa para que se realice la talla. Los personajes invitan a participar a todo el pueblo allí presente y todos se dirigen, entre cánticos, a la antigua calle de la Cristiandad, actual calle de la Capilla, donde el matrimonio tenía su casa. Después de una bonita escenificación por parte de los actores y transcurridos los tres días convenidos sin que se hubiera escuchado ruido alguno, entran en la casa y efectivamente, allí estaba la imagen del Santo Cristo, pero el peregrino había desaparecido, ya que tal peregrino era un ángel. La emoción llegó al máximo cuando personas de entre el público, y a petición de los actores, entran a la actual capilla y sacan la imagen de un Cristo que llevan entre todos y con mucha alegría a la Iglesia. La fiesta continuó cuando a la llegada a la plaza de la Iglesia, la banda de música recibe a la multitud de gente con los sones de la canción Hallelujah, de Jeff Buckley, que a su vez es cantada por los actores de la obra.

La representación, que se realizó respetando totalmente la tradición sobre la realización de la talla por un ángel que llegó a Calatorao en forma de un peregrino enfermo, fue muy aplaudida por todo el público y la organización está recibiendo peticiones para que se vuelva a repetir en un futuro próximo. T