La plataforma agroalimentaria que Guissona implantará en Épila ya tiene redactado su plan de urbanismo. El Gobierno de Aragón publicó el pasado 4 de agosto el contrato de licitación de los trabajos que contemplan la puesta en marcha de los suministros de agua potable, el saneamiento o los viales públicos. El polígono de 188,5 hectáreas está situado al suroeste de la A-1305. El importe de la licitación es de 255.000 euros y el plazo de ejecución del contrato será de seis meses desde la adjudicación.

Las obras de urbanización del terreno se estiman complejas, sobre todo por la extensión del proyecto. La futura planta de Guissona tendrá más de tres kilómetros de largo y los elementos a salvar son numerosos. El principal de ellos será nivelar el espacio, pues desde la parte más cercana a la carretera y el polígono del Sabinar hasta la parte posterior, cercana a Épila, los suelos se elevan de forma considerable. El Ejecutivo se reserva además un sector adicional para equipamientos públicos, zonas verdes y aparcamientos. La superficie aproximada para esta zona es de 37 hectáreas.

PROYECCIÓN EUROPEA

El departamento espera que una gran cantidad de empresas se interese por este proyecto, que se difundió también el 7 de agosto en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Por el momento los trabajos -quitando la nivelación- tienen que ver con la parte exterior del recinto, pues el acondicionamiento interno correrá a cargo de Guissona. Sin embargo, existen posibilidades de que la misma empresa pueda enlazar los trabajos.

Las calles, desagües y electrificación tendrán que estar terminados en poco más de un año. Así, si la adjudicación del contrato se realiza el próximo mes de octubre las obras podrían terminar en septiembre del 2018. Por ahora el cronograma básico que se estableció con el convenio firmado entre la corporación alimetaria y el Gobierno de Aragón se ha respetado.

El consejero de Vertebración Territorial del Ejecutivo autónom, José Luis Soro, destacó que los plazos «se están cumpliendo a rajatabla» en el proceso de Guissona y que el paso dado esta semana, el de las licitaciones de las obras de urbanización, «es fundamental» para el buen funcionamiento posterior. «Se está trabajando con gran precisión y eficacia», recordó.

OLEODUCTO DE ROTA

Una de las dificultades previstas en el proyecto de urbanización tiene que ver con los elementos preexistentes en la zona. Por debajo de las parcelas pasa el oleoducto Rota-Zaragoza que proporciona el suministro de crudo al aeropuerto y las instalaciones militares de la capital aragonesa. Además, será necesario desviar la cañada real de Tabuenca y, en el futuro, modificar el barranco de La Matanza que atraviesa el sector reservado por la Administración.

El suministro de agua potable se estima en 3.500.000 metros cúbicos anuales. Las alternativas que se barajan son el aprovechamiento del embalse de La Loteta, el uso de un ramal de la acequia de los regantes o la extracción subterránea de los pozos que se utilizan en el polígono industrial de El Sabinar.

Las aguas residuales se tratarán en una depuradora que correrá a cargo de Guissona. Queda pendiente de estudio si la evacuación utilizará el mismo sistema que para la lluvia o se pondrá en marcha una red diferenciada.

Por otro lado, el adjudicatario del contrato también deberá redactar el proyecto para el suministro de la energía eléctrica

La operación de renovación urbanística iniciada para la instalación de la planta agroalimentaria estará financiada con fondos públicos, aunque todavía se está trabajando en su reflejo presupuestario. Vertebración está diseñando una generación de crédito que aparecerá como plurianual en las cuantas que se aprueben el próximo año.

Por la comisión de Hacienda de las Cortes de Aragón ya ha pasado un expediente por importe de 450.048 euros destinado a dotar de fondos a este proyecto. En aquella ocasión no fue necesaria una votación específica por parte de los grupos ya que ninguno de ellos pidió los expedientes necesarios para activar el mecanismo de control.

Por parte del Ayuntamiento de Épila se está trabajando en el proceso de permutas de los terreros. Desde el Gobierno de Aragón declaran que la coordinación entre la empresa agroalimentaria, el consistorio y la comunidad está siendo constante y fluida para evitar problemas y sobresaltos.

El grupo alimentario catalán Guissona tiene previsto invertir 400 millones de euros en la planta de Épila, que tendrá más de una decena de naves para distintas elaboraciones, y crear alrededor de 4.000 empleos cuando complete el complejo, en un plazo de entre diez y doce años. Un gran centro logístico será el corazón de la instalación. «La planta supondrá la puesta en valor del sector primario, convirtiendo a Aragón en un referente logísitico y agroalimentario, dos sectores estratégicos», destacó el consejero Soro sobre el futuro complejo alimentario. T