El fin de semana del 14 y 15 de febrero se desarrollaron las Jornadas de Identidad del Arrabal, que este año cumplían su décimo quinta edición, cumpliendo con la tradición y la novedad. Desde el punto de la mañana, los vecinos pudieron disfrutar de una muestra variada de artesanía en el corazón del casco histórico del barrio, dando más vistosidad a estas jornadas. Al medio día del sábado se recreó la leyenda de los enamorados del Arrabal, una novedad de este año, con la interpretación teatralizada del drama de los jóvenes rabaleros que se arrojaron al pozo de San Lázaro, causando la emoción de los vecinos, especialmente, en el momento en que, para concluir la representación, se arrojaron dos flores atadas con un cachirulo al pozo de San Lázaro, recordando a los jóvenes y su historia de amor. Esta cita ha sido tan bien acogida que se ha pedido a la organización que se repita en años posteriores.

Por la tarde, un visitante inesperado hizo cambiar las previsiones iniciales: la lluvia hizo acto de presencia. Por ello fue obligatorio variar el programa, reduciendo el tiempo de recreación de escena urbana y trasladando algunos de los actos. Por ejemplo, la presentación del proyecto de ocio para discapacitados intelectuales se desarrolló en el Centro Cívico Tío Jorge y la ronda jotera se transformó en un recital de jotas en el local de la asociación de vecinos.

UN GRAN PROYECTO

La puesta de largo del proyecto vecinal para las personas jóvenes con discapacidad intelectual, fue un éxito de participación, donde al ritmo de la música pudimos ver que no existen diferencias. El ver impulsado desde la ciudadanía un proyecto solidario basado en el voluntariado que pretende ofrecer ocio para el colectivo de la discapacidad intelectual juvenil mereció todo el apoyo y aliento de los asistentes.

Este proyecto es igualmente enriquecedor para las actividades del barrio, ya que suma la inclusión social efectiva de este colectivo y sus familias. Todo ello, visibilizando la importancia y el papel del voluntariado en proyectos comunitarios que, como el que se está impulsando en el Arrabal, sirven de ejemplo de herramienta de cambio y sensibilización social a través de buenas prácticas solidarias, de carácter gratuito y voluntario. En la presentación intervino destacando estos valores el teniente de alcalde, Carlos Pérez Anadón.

El objetivo pretendido, que no es otro, que las personas con discapacidad intelectual del barrio, que entre semana acuden a sus respectivos centros, escolares u ocupacionales, no se tengan que quedar en casa el fin de semana por falta de oferta de ocio en su propio entorno quede cubierto. Y por ello, la necesidad de este proyecto nace tanto para ofrecer espacios de autonomía a las personas con discapacidad intelectual en su barrio, como para crear más espacios de 'respiro' familiar para los cuidadores.

El domingo fue el momento para realizar la ruta turística del Viejo Rabal, sorprendiendo a los asistentes, al conocer este sorprendente rincón de la ciudad. Y para culminar la jornada, se realizó el homenaje al Tío Lucas, Mariano Lucas Aced, lugarteniente del Tío Jorge que lo sustituyó en la defensa del Arrabal en Los Sitios y que cayó defendiendo el Arrabal un 14 de febrero de 1809.

Este sencillo acto consistió en un recorrido desde el Puente de Piedra, hasta su calle, única calle cubierta de la ciudad de Zaragoza, donde tras las pertinentes palabras de recuerdo del presidente de la asociación de vecinos, Rafael Tejedor, se colocó una corona de laurel bajo la cerámica que da nombre a la calle y con una salva de honor a cargo de los Voluntarios de Aragón y jotas alusivas, interpretadas por el Grupo Folclórico Royo del Rabal.