El concurso convocado por el Ayuntamiento de Villanueva de Gállego para refinanciar su deuda de 3,8 millones de euros ha quedado desierto. Así lo confirma el alcalde del municipio, Mariano Marcén, quien indica su "malestar" porque las entidades financieras no "apoyan a las instituciones públicas, cuando ha habido más de un caso en que ha sido la administración la que ha salvado a alguna de ellas con el dinero de todos los contribuyentes", precisa el máximo responsable municipal.

Así, el consistorio villanovense abrió un concurso público para poder rebajar el tipo de interés que ahora se paga por la deuda municipal, recogida en cuatro créditos diferentes, por los que se paga una media de interés del 4,60. El ayuntamiento, dando cumplimiento a la normativa vigente de las administraciones locales, sacó a concurso público las condiciones de la deuda para que aquellas entidades que quisieran pudieran ofrecer otras condiciones más ventajosas para el consistorio, siempre manteniendo un máximo de pago de Euribor más 1,8 que marca la citada normativa, elaborada por el Ministerio de Hacienda.

A dicho concurso se presentaron tan solo dos entidades bancarias, Santander y BBVA, pero en ambos casos "se sobrepasaba lo establecido por la ley, de manera que tuvimos que declarar desierto el concurso", indica Marcén, aun cuando las condiciones presentadas "eran mejor que las que teníamos actualmente, pero nos tuvimos que acoger a la normativa vigente y desestimar las ofertas", comenta el alcalde villanovense.

El equipo de gobierno de Villanueva verá ahora qué hacer, "si sacar otro concurso y, sobre todo, apostar por anular la cláusula suelo del 4,25 que tenemos en algunos préstamos, porque es abusiva", dice Mariano Marcén. Es por ello que "visitaremos otros bancos intentando que nos mejoren las condiciones", indica el primer edil.

El equipo de gobierno que ahora gestiona el Ayuntamiento de Villanueva de Gállego está muy pendiente de las cuentas municipales, ya que gracias a los números positivos que han conseguido "se pueden hacer muchas cosas", dice Marcén. Los datos así lo avalan, ya que la cuenta de liquidación del presupuesto del 2015 arrojó un remanente de tesorería de 240.000 euros, un resultado positivo de 420.000 euros, una estabilidad presupuestaria de 650.000 euros y un ahorro neto de 800.000 euros.

Además, el consistorio villanovense ha aprobado eliminar la regla de techo de gasto "que impide poder atender las necesidades reales de los vecinos", indica Marcén. Una medida que se aplicará "siempre sin gastar más de lo que ingresamos", puntualiza el alcalde.

Igualmente, a pesar del endeudamiento del consistorio villanovense, la buena gestión económica les ha permitido pedir un préstamo para la urbanización de los terrenos que del nuevo instituto, una actuación presupuestada en 500.000 euros.