Desde el pasado 15 de agosto, el Espacio Antonio Fortún de Samper del Salz expone algunas de las piezas más interesantes del pintor Juan Molina, afincado en la localidad desde hace un par de años.

Molina nace en Ciudad Real en 1955, educándose en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde muestra una precoz afición por la pintura. Sus tempranas dotes artísticas son potenciadas por su familia y profesores, llegando a ganar algunos premios infantiles organizados por su colegio José Luis Arrese. "Seguramente esto motivó aún más mis ganas de dibujar y crear", explica Molina.

Con una formación totalmente autodidacta, en su juventud comienza a pintar óleos y acuarelas como forma de expresar sus sentimientos y emociones. "Concebía la pintura como una forma de ser", recuerda el protagonista. En este tiempo comparte experiencias e inquietudes con otros pintores de su localidad, como Ariel o Herreros, con los que incluso se plantea poner en marcha una escuela-taller, pero "finalmente, el proyecto no salió adelante por cuestiones económicas", concluye.

CONCURSOS NACIONALES

En los años setenta algunas de sus obras son seleccionadas para participar en varios concursos locales y nacionales, así como en exposiciones de dibujos de diversos pintores, llegando a participar en el Premio Regional Ciudad de Alcázar de San Juan. "Incluso me preseleccionaron para el Premio Nacional, donde competí con autores de renombre como Balbuena o Eduardo Muñoz", añade Juan Molina.

Pero es en 1981 cuando realiza su primera exposición en la Casa Municipal de la Cultura de Puerto Llano, obteniendo una buena crítica en los periódicos locales de Ciudad Real.

Su obra se inspira en la luz y los colores de Castilla la Mancha y sus paisajes y bodegones están repletos de motivos que recuerdan a su tierra natal, a sus casas encaladas y a la arquitectura manchega.

REFERENTES E INSPIRACIÓN

Pese a que sus principales referentes artísticos son Goya y Picasso, este pintor no se considera encasillado en ningún estilo, pues sus cuadros han ido evolucionando desde un inicial bucolismo hacia el realismo o un posterior hiperrealismo, realizando también alguna incursión en el arte abstracto.

Se casa con Mercedes en 1982, y desde entonces han vivido en Zaragoza, donde han nacido sus dos hijos y donde trabaja como vendedor de El Corte Inglés. Tras algunos años en los que su gran pasión está algo adormecida, recientemente vuelve a encontrar la inspiración recorriendo Aragón, conociendo a sus gentes, sus monumentos, sus parajes más emblemáticos y su historia. Los Monasterios de Piedra y de San Juan de la Peña, el Pirineo y el impresionante Ebro son algunos de los parajes protagonistas de sus últimas obras. Así, en 2004 organiza una interesante exposición en las antiguas oficinas de la sede de FASGA, sita en la Gran Vía, recibiendo muy buenas críticas por parte del público visitante.

A través de su amiga Goyi, conoce Samper del Salz, "encantadora y hospitalaria localidad en la que me siento como en casa", matiza. En 2011 adquiere una vivienda en la localidad. "Aquí he vivido momentos estupendos, he compartido tradiciones únicas, disfruto de su privilegiado entorno y de la amabilidad de los vecinos. Mi deseo es instalarme aquí cuando me jubile y dedicarme a pintar", afirma Molina.

Poco antes del pasado verano, ante la interesante propuesta de Adolfo Fortún, alcalde de Samper del Salz, ofreciéndole el Espacio Antonio Fortún para organizar una exposición de su obra, Juan Molina ve la manera de agradecer la gran acogida que los samperinos le han brindado. La muestra está compuesta por 17 dibujos, óleos y pastel, de carácter realista. "Reflejan mi personalidad y mis sentimientos", explica el autor, y "espero que los visitantes las disfruten", concluye.