Como es habitual, el Domingo de Ramos Plenas amaneció llena de ramos que adornaban las ventanas y balcones de las casas.

Y es que la noche del sábado al domingo, los chicos se encargaron de enramar las casas de las chicas con el ramo tradicional lleno de chucherías y, ya el domingo, acudieron a las casas que habían enramado a buscar la rosca, un dulce con huevos y confites. Tras ello, los padres y los chicos realizan una vuelta al pueblo y coinciden todos en una gran merienda. T