Los ainzoneros tuvieron el privilegio de escuchar por adelantado el sonido de sus fiestas el pasado 6 de septiembre. La Banda de Música de Ainzón y el Coro Parroquial presentaron un disco titulado Fiesta en Ainzón. Tradición musical de los días 13 y 14 de septiembre. Este trabajo es fruto de muchas horas de dedicación. Concretamente, tal y como apuntó el director técnico del proyecto, José Antonio Bellido, "un año y medio de mucho trabajo, muchas llamadas, ensayos...". Sin embargo, subrayó también la ilusión con la que todos, desde un principio, aceptaron el reto irrepetible de grabar un disco en su pueblo y para su pueblo. "Nadie dijo que no".

Una sala de cine abarrotada que pudo pasear por el pasado y el presente de sus tradiciones. Un auditorio que enseguida comprendió cómo las obras recopiladas en este disco estaban irremediablemente vinculadas a las fiestas en Honor al Santo Cristo de la Capilla. "De toda la música que se podía incluir, el criterio de selección en el que nos hemos basado ha sido la elección de todas aquellas obras que son interpretadas casi de manera exclusiva en Ainzón". Así lo señalaba la directora de la banda, Mª Teresa Bellido.

Un repertorio tanto religioso como popular, vinculado a varios siglos de tradición. Un disco que permanecerá como legado artístico-musical por mucho que pasen los años o mucho que los orígenes se vayan borrando del recuerdo.

El Rosario de la Cruz, la música del paloteao, el Viva el Santo Cristo o la Jota de la Verdadera es tan solo parte de un repertorio que permite aflorar en los ainzoneros una retahíla innumerable de recuerdos; músicas que aúnan a presentes y ausentes y que consiguen despertar unos "sentimientos tan particulares que hacen reír y también llorar".

El acto de presentación fue solemne. Bien hilado, elaborado y trabajado. Tan emotivo como informativo, en el que se vieron risas y alguna que otra lágrima de emoción. Estuvo presentado por Mª Ángeles Martínez, que logró teñir de profesional un evento que supo transmitir la emoción e ilusión de todos sus participantes. Recibieron al auditorio con música y dos grupos de músicos tocando, por un lado, charangas y, por otro, la música del paloteao.

La respuesta de los ainzoneros en el proyecto fue realmente admirable. Más de 100 personas han colaborado para llevarlo a cabo. La idea de grabar un disco, que ya rondaba por la cabeza de José Antonio desde hacía años, encontró salida cuando, gracias a una pequeña subvención, se planteó hacerla realidad.

Bodegas Bordejé, tal y como indicaron, fue "el marco más idóneo" para su realización. "La acústica era inmejorable y el trato recibido también". Algunos músicos y coristas recuerdan que durante la grabación hacía bastante frío. Frío que, sin duda, fue más llevadero gracias al calor del ambiente generado durante los dos fines de semana de ensayos y grabación.

Una de las partes más emocionantes del acto fueron los testimonios de quienes habían vivido en primera persona estos días tan entrañables. Consiguieron hacer extensible, incluso a los que no habían participado, la emoción de unos días irrepetibles.

Un proyecto que, no por azar, nació el día de la primavera y que puede que, para muchos ainzoneros, sea entre su colección de discos, la mejor de las flores. Y es que, solo un disco de estas características recobra todo su valor en manos de un ainzonero que sabe que las melodías que lo contienen no son una mera sucesión de notas sin sentido, sino que son la banda sonora de unas fiestas, la banda sonora de la Villa de Ainzón.