La Denominación prevé una cosecha en torno a 92,5 millones de kilos de uva, un 8,5% más que el año pasado y un 16,8% superior a la media de los últimos diez años. "Este año hemos tenido un proceso de maduración bastante bueno. La climatología ha acompañado y se ha producido una maduración muy completa de las uvas", explica el responsable del Departamento Técnico-Atria de Cariñena, Jesús Isiegas.

Las variedades más tempranas como son chardonnay y merlot ya han sido recogidas prácticamente en su totalidad. A principios de septiembre se empezaron a recoger las variedades más tradicionales, como tempranillo, garnacha o macabeo. "El tiempo está siendo muy bueno, fresco y seco por las noches y calor por la mañana, esto hace que las uvas estén terminando de madurar muy bien y la calidad de la cosecha sea muy buena", destaca Isiegas.

Además, este año hay que resaltar que ha funcionado muy bien el sistema de confusión sexual contra las plagas de polilla, implantado en la mayor parte de la Denominación.