Ésta es la historia de Abraham Noye Nortey, nacido hace 64 años en la ciudad de Acra (capital de Ghana), concretamente en el barrio de Kpone. En la actualidad, Abraham es viudo y tiene tres hijos: Abraham Júnior, de 20 años; Charlie, de 16 años; y Manuel, de 15 años. Se describe como gran creyente (de religión cristiana) y amante del boxeo y, sobre todo, del fútbol.

Descendiente de una familia humilde, su padre dedicado a la pesca y a la agricultura y su madre cocinera en un restaurante, es el tercero de siete hermanos (seis chicas y un chico). De pequeño fue a la escuela (primaria y secundaria), a la vez que compaginaba sus estudios con ayudar en el barco Farlome de su padre y, más tarde, en el Sea Lady de su tío, con quien estuvo cuatro años, en ambas embarcaciones como pescador.

Siempre con el objetivo de ser independiente buscó otros trabajos que se lo permitieran (vendedor de periódicos, etc.), así como cumplir el sueño que con 10, 11, 12 años comenzó a tener: viajar y conocer el mundo.

Fue en 1972 cuando Abraham cumplió este sueño. Su amigo Ofori le ayudó a buscar trabajo como marinero (y también hacía funciones de camarero) en un buque mercante frigorífico (trasportaban pavo y pollo principalmente) que hacía rutas internacionales. En febrero de ese año, Abraham parte del puerto pesquero más grande de Ghana Tema, hacia Costa de Marfil, Dakar, Miami, atravesando posteriormente Francia, Holanda, Dinamarca, Inglaterra e Irlanda, para volver a Luisiana (Estados Unidos), Honduras, Guatemala, etc. Rutas que con una duración entre ocho o nueve meses.

En resumen, 35 años de experiencia que le proporcionaron múltiples anécdotas tanto positivas como negativas: tempestades, incidentes racistas, etc. Recuerda cómo en medio de una tempestad tuvo que salir a la cubierta del barco y casi cae al mar en medio del temporal; lo que le hubiera costado la vida.

Como todos los años y tras meses de trabajo, en 1982 Abraham se dispone a pasar las vacaciones en Ghana, cuando el coronel Jerry Rawlings da un Golpe de Estado. Hasta esta fecha, en Ghana existía un régimen democrático y pasó a una dictadura militar que duró 20 años. Por este motivo, no pudo viajar a su país y decidió pasar estos días de vacaciones en España, disfrutando del Mundial de Fútbol. Abraham se enamora del país, de su comida y su apertura al mundo. A partir de entonces parte de sus vacaciones las pasa en España.

En 1990, cuando Abraham va a embarcar en el puerto de A Coruña tras disfrutar de sus vacaciones no puede hacerlo. Allí se entera de que el armador quebró, perdiendo todos sus barcos. Tras varios días buscando trabajo y haciendo pequeños encargos en el puerto de A Coruña un compatriota le nombra el pueblo de Longares, lugar donde en esa época del año había trabajo en la recogida de fruta y vendimia. Dos días más tarde, Abraham llega a Longares. Recuerda que el autobús que le traía desde Zaragoza un domingo al mediodía le paró en frente del bar Capri y unos vecinos le indicaron dónde vivían compatriotas suyos. Se instala en esa vivienda, hasta la actualidad.

Siempre con una sonrisa en la boca, Abraham explica que lo que más añora son sus tres hijos y le apena no poder traerlos a vivir con él y darles mejores oportunidades para su futuro.

Para terminar, Abraham Noye quiere hacer una reflexión sobre la situación actual del mundo. Se pregunta una serie de cuestiones a las que quiere invitar a pensar a todas las personas que lean este artículo: ¿dónde está la verdad?; como buen creyente que es, ¿dónde está el amor de Dios, de su hijo Jesús y Espíritu Santo? Abraham no entiende porque en el siglo XXI sigue habiendo tantas guerras, tanto racismo, tanta incomprensión, tantas mentiras y tanto individualismo. T