El 28 y 29 de abril, Mezalocha conmemoró la festividad de San Pedro Mártir, de gran arraigo en la localidad. Los actos religiosos se llevaron a cabo el día del santo, mientras que los profanos se adelantaron a la noche del sábado, para lograr una mayor asistencia de público.

Es singular esta celebración por las diferencias con respecto a otras fiestas locales. Así, se realiza la procesión general desde la iglesia de San Miguel, hasta el peirón del santo veronés, a la entrada del pueblo, donde tiene lugar la ‘rendición’ de las banderas, denominada ‘riña’, en la que dos banderas, roja y blanca, representan la lucha del bien contra el mal, en presencia del santo adornado en su peana con ramas de fresno (árbol mítico protector en las batallas). Posteriormente se procede por el cura párroco, Damian Sáez, a la bendición de los términos que en Mezalocha se realiza en esta festividad y no el día de la Santa Cruz.

Entre los actos profanos destaca, sin duda, la tradición de cenar caracoles, bien acompañados con el vino de la tierra, que este año reunió a un centenar de comensales, y a la que siguió una disco móvil.

Lamentablemente, deben señalarse los actos de vandalismo que tuvieron lugar posteriormente, y ya denunciados, con el destrozo de siete coches. Unas actitudes de unos pocos, siempre condenables, que no deben empañar el espíritu abierto, tolerante y respetuoso de la localidad. T