El cementerio de Casetas dispone de 120 nuevos nichos, que han entrado ya en servicio y que responden a la demanda que se había generado en el barrio rural. Se han levantado en la zona sur del recinto funerario y, aunque se han adaptado al entorno, tienen personalidad propia. Uno de los elementos más característicos tiene que ver con un porche creado en la fachada central y que define una plaza entre el nuevo edificio y el cerramiento del camposanto.

El nuevo edificio de nichos, levantado por la empresa Construcciones Pellicer. ha requerido de una inversión de 57.500 euros y resuelve la falta de unidades de enterramientos en el cementerio. En tres meses, el ayuntamiento ha resuelto la demanda, utilizando una parcela que se encuentra al sur del cementerio. La construcción, diseñada por el servicio de Arquitectura, ha logrado una integración con los sobrios bloques de nichos preexistentes, pero con una imagen propia, y con una factura realizada con materiales modernos.

El concejal de Cementerios del Ayuntamiento de Zaragoza, Laureano Garín, destacó "el esfuerzo que se ha hecho y el trabajo constante por dignificar" estos recintos. Los nuevos nichos se han realizado con prefabricados de hormigón para agilizar su construcción.

La fachada principal de este nuevo bloque se orienta hacia la calle San Jorge, que es la conexión natural con el barrio, y en ella se ubican 30 de los nuevos nichos. Los otros 90 se reparten a partes iguales en cada una de las calles laterales que forma el nuevo edificio y que se enfrentan a otros bloques ya construidos.

La cubierta, inclinada de teja plana en color marrón claro y con un canalón perimetral, presenta unos aleros de 85 centímetros, que protegen de las inclemencias meteorológicas, así como el porche, de 2,3 metros de profundidad. El hormigón y el acero son los materiales que predominan, así como los colores gris y blanco, salvo en el arco que enmarca la entrada, que es de tono rojizo. Además, se dotará de una nueva puerta de forja a la entrada lateral, que tendrá dos hojas.