El consejo de administración de la sociedad municipal Ecociudad aprobó recientemente la encomienda del Ayuntamiento de Zaragoza para recuperar los terrenos que en su día se adjudicaron a Remar en Rosales del Canal, así como a adquirir el edificio a medio construir. Votaron a favor de esta decisión PSOE, PP y CHA, mientras que IU votó en contra, escudándose en que no se habían definido correctamente los usos que iba a tener el terreno, ya cuando comenzó a fraguarse el proyecto.

Además, el rechazo a esta propuesta por parte de la formación viene motivado "por las dudas" que le genera la propuesta de resolución del conflicto por el uso futuro del equipamiento, el coste, tanto de terminar la obra como de la compensación económica a Remar por la compra del edificio por parte del ayuntamiento y el modelo de financiación que iba a tener el proyecto.

"Asumir un gasto de 2,5 millones de euros por parte de la sociedad sólo para la compra del esqueleto del edificio, sin haber presentado ni una línea del informe económico, sobre cómo influiría en las cuentas, la estabilidad y en el desarrollo de su actividad propia, es una temeridad", indicaron desde este grupo político.

La aprobación en Ecociudad --ya se hizo en Urbanismo aunque entonces IU se abstuvo-- es un paso más para que el consistorio, a través de esta sociedad municipal, vuelva a hacerse con los terrenos de Remar tras la polémica vecinal que surgió con esta cesión de suelo. En el pleno se informó también sobre la viabilidad jurídica de impulsar los trámites para la recuperación de la parcela.

SATISFACCIÓN

El resultado de la reunión satisfizo a los vecinos de Rosales presentes. "Es otro paso en este largo túnel. No podemos hablar de plazos pero somos optimistas sobre la salida de Remar. En cualquier caso, ojalá sea lo antes posible", reconoció Óscar Dea, miembro de la Asociación de Vecinos de Entrelagos de Rosales del Canal. Sobre los usos del edificio, el portavoz de la asociación recordó que "en Rosales hay necesidades de todo tipo. Proponemos un centro cívico en el que desarrollar todo tipo de actividades culturales y sociales", explicó.

Es precisamente este uso el que proponen desde la Junta Municipal de Casablanca. Su presidenta, Leticia Crespo, resalta que "tras las tres reuniones mantenidas todo apunta a que llegaremos a una solución de consenso, aunque todas las partes implicadas han tenido que ceder en algún momento, pero lo importante es que se ha dado luz verde a un conflicto que estaba enquistado". Un tema "del que estoy muy satisfecha, porque ha primado el diálogo y porque se trata de un triunfo de los vecinos, quienes en un momento dado supieron reconducir la negociación", apunta la máxima responsable de Casablanca.

Por todo, según Crespo, este asunto puede considerarse "un triunfo de los vecinos de Rosales y la prueba de que reivindicando cosas se pueden conseguir resultados positivos".

Ahora, "y tras saber que el edificio puede reconvertirse fácilmente", puntualiza la presidenta de Casablanca, puesto que así también lo "confirman los informes técnicos que se han realizado desde el consistorio", la idea es que este edificio en construcción se convierta en un futuro "en un centro cívico para el barrio. Los informes confirman que se puede destinar a usos sociales y así nos gustaría que fuese, dada la escasez de servicios en el barrio", confirma Leticia Crespo.

Mientras, como la zona del sótano ya "está terminada, se utilizará para albergar almacenes municipales, evitando así pagar los alquileres que ahora costea el ayuntamiento, y que gestiona a través de Ecociudad, lo que supondrá un ahorro importante".

Luego, con el tiempo, este proyecto podrá ser una realidad, "aunque ahora somos conscientes de que no es el momento de poder acometer grandes proyectos, ante la falta de financiación, pero sí que éste quizá pueda ser una realidad en dos o tres años", concluye la máxima responsable municipal de Casablanca.