El aterrizaje en el aeropuerto de Zaragoza es, desde este 29 de mayo, un poco más silencioso gracias a la implantación del sistema de aterrizaje que permite a los aviones tomar tierra de manera menos ruidosa. "Han sido unos cuantos años de reclamar este sistema, con Labordeta en el Congreso, con numerosos plenos en la Junta de Casablanca y ahora con Chesús Yuste, pero por fin hemos conseguido este nuevo sistema que mejorará la calidad de vida de las miles de personas que viven en las zonas de influencia directa del aeropuerto", asegura la presidenta de Casablanca, Leticia Crespo.

Según la respuesta dada al diputado de CHA en el Congreso por la Izquierda Plural, Chesús Yuste, las maniobras de aproximación en descenso continuo fueron aprobadas por el pleno de la Comisión Interministerial Defensa-Fomento (CIDEFO), el pasado 19 de marzo. Después de esta aprobación se coordinó con AENA su publicación en la Publicación de Coordinación Aeronáutica de España, un mes después. Pero no ha sido hasta este pasado 29 de mayo cuando entró en vigor este nuevo sistema de aterrizaje. "Es desesperante lo lento que va todo en la administración y esto hay que cambiarlo pero por lo menos hemos conseguido lo que en principio parecía imposible al ser el aeropuerto de Zaragoza una instalación compartida entre el Ministerio de Defensa y AENA. Estamos realmente satisfechos", afirma la máxima responsable de Casablanca.

"Este tipo de aterrizaje no solo reduce el ruido provocado en el aterrizaje, sino el consumo de combustible y las emisiones de CO2, ya que el avión inicia la aproximación al aeropuerto reduciendo el rendimiento de los motores", dice Crespo. Según datos facilitados por AENA, este sistema de aterrizaje reduce el nivel de ruido entre 4 y 6 decibelios en poblaciones situadas a 18 kilómetros de la pista de aterrizaje, es decir, todos los barrios ubicados al sur de Zaragoza.