Cumpliendo con nuestro programa planificado de los viajes del año, el día 9 de mayo se puso rumbo a Manzanera y Teruel. Ahí se visitó el balneario de Manzanera, famoso por sus aguas terapéuticas, de las mejores del mundo. La guía Pilar se encargó de enseñar el pueblo, con su museo, murallas romanas, iglesia barroca del Salvador, rematada con campanario almenado estilo valenciano.

La zona ofrece al visitante un entorno natural rico en pinares y sabinares, plagado de manantiales que permiten contemplar bellísimos enclaves, con sus numerosas grutas, vistas y cascadas.

La comida, importante en los viajes, fue en el restaurante El Milagro de Teruel, con un menú basado en el que se tomó verdura y caldereta de ternasco de Aragón.

Luego, en Teruel, la capital del mudéjar, los participantes en la propuesta vieron las torres, hitos de un pasado histórico de convivencia entre culturas, que se alzan con elegancia en el cerro sobre el que se ubica la Ciudad Vieja.

Destacan también por su belleza la catedral, el edificio del seminario, la iglesia de San Pedro y la del Salvador y los famosos Amantes, además del Torico. Emblema de la ciudad porque según cuenta la tradición, la actual Teruel surgió en plena guerra con los musulmanes, como fortaleza levantada por los caballeros Sánchez Muñoz y Garcés de Marcilla, en el lugar donde bramaba un toro. Luego, los viajeros se montaron en el tren turístico y recorrieron todo el circuito de la capital.

Como nota curiosa del viaje, algunas pasajeras llevaban el encargo de amigos turolenses de ofrecer velas a la Virgen del Pilar en esta cita.