El alcaldable popular por Zaragoza, Eloy Suárez, volvió a ganar las elecciones municipales del pasado 24 de mayo --al igual que en el 2011--, pero como entonces es más que probable que se quede en la oposición, con sus diez concejales. La nueva candidatura Zaragoza en Común, con el abogado Pedro Santisteve a la cabeza, ha sido la siguiente depositaria de la confianza de los zaragozanos con nueve ediles, un volumen que le abre las posibilidades de pacto como a ninguna otra fuerza, ya que el PSOE ha logrado mantener seis de sus diez concejales y CHA dos de los tres que tuvo en 2011. Ciudadanos, la otra fuerza que irrumpe como novedad en el consistorio zaragozano, ha alcanzado los cuatro concejales. Y de nuevo, el PAR se queda fuera de la representación municipal.

Si las mayorías todavía se rigen por los criterios ideológicos que se aventuran en las campañas, la posibilidad de lograr los 16 sumandos que dan la mayoría en el pleno de la capital aragonesa no está al alcance del PP ni con el potencial apoyo de Ciudadanos. La otra opción implica necesariamente a los tres partidos que se anuncian de izquierdas, que juntos alcanzan los 17 representantes.

FUERTE CAÍDA

El batacazo del socialista Carlos Pérez Anadón, que ha perdido 25.000 votos respecto a los datos recogidos hace cuatro años, impedirá que el partido que ha dirigido el equipo de Gobierno en la última legislatura pueda seguir liderándolo, un testigo que da la impresión que debería asumir la candidatura de Zaragoza en Común, la más votada de la orilla izquierda del tablero, que aun así necesitaría la concurrencia de los dos concejales de CHA. Caben otras combinaciones, pero romperían cualquier expectativa razonable e introducirían distorsiones políticas de difícil explicación en momentos tan complejos.

PACTOS EXTROPLABLES

Porque los resultados registrados en el Ayuntamiento de Zaragoza pueden no servir solo para definir el Gobierno de la ciudad, sus potenciales pactos pudiera ser que se vincularan a los de otras instituciones en las que los escaños tampoco alcanzan de forma aislada, como el caso de la DGA, sin ir más lejos.

Solo los 40.000 votos logrados por Ciudadanos y los 80.000 de Zaragoza en Común pueden considerarse ganadores en su apuesta política, porque el resto de las opciones han caído estrepitosamente respecto a sus anteriores resultados.

Al PP le han abandonado 43.000 electores de los 131.000 que captó hace cuatro años; al PSOE, por su parte, le han dejado de votar 26.000 de los 86.000 ciudadanos que lo hicieron con Juan Alberto Belloch de cabecera. CHA también se ha dejado por el camino 7.000 de sus 29.000 votos. Y solo IU puede considerar que sus 25.000 votos del 2011 están incluidos en el granero de Zaragoza en Común, aunque no casa con el escaso apoyo logrado por sus candidatos en las Cortes.