La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha impulsado un espacio expositivo en el antiguo complejo hidráulico del barrio de Casablanca, en Zaragoza, dedicado a la gestión del agua en la cuenca y la historia del organismo. El proyecto se empezó a fraguar el pasado año y se prevé inaugurar a finales del 2015.

La iniciativa, que busca aprovechar la ubicación de este complejo hidráulico junto al Canal Imperial, ha contado con la implicación de personal de la propia confederación y a su diseño se destinarán unos 60.000 euros, según informó el organismo de cuenca.

La finalidad de este espacio es unirse a la oferta cultural, histórica y de ocio de Zaragoza, desde una visión didáctica sobre el agua y la cuenca, así como acercar la Confederación Hidrográfica del Ebro y su trabajo a los ciudadanos.

Por ello, el planteamiento es el de un espacio muy participativo, ameno, en el que se descubran conceptos fundamentales como la "huella hídrica", "el agua virtual", la planificación, pero también se pueda vivir de forma práctica cómo se gestiona un embalse o cómo trabaja el laboratorio de la confederación hidrográfica.

En el proyecto se ha definido una ruta urbana que comenzará en la Fuente de los Incrédulos, conjunto cuya recuperación y restauración se llevó a cabo también por la institución en el 2013. El itinerario llegará hasta la sala de exposiciones en el complejo de Casablanca, donde se visitarán también los restos del antiguo molino harinero, y finalizará en las antiguas esclusas del Canal Imperial.

Junto con el complejo de El Bocal, arranque del Canal en Fontellas (Navarra), este complejo de Casablanca es otro de los hitos de esta infraestructura.

En 1776 la Real Sociedad Económica de Amigos del País promovió la construcción de lo que sería el puerto de Casablanca, formado por dos esclusas para permitir el paso de los barcos, un dique, un almacén y la almenara de San Carlos, que era conocida en Zaragoza como la 'Casa Blanca' y que incorporaba el molino. Cuando se abandonó como puerto se reconvirtió en una pequeña central hidroeléctrica en 1894 pero siguió siendo un lugar de esparcimiento para los zaragozanos, que ahora podrán disfrutar de una nueva oferta de ocio.