El Ayuntamiento de Zaragoza está a punto de cerrar una de las operaciones más importantes de los últimos años con la llegada a la capital aragonesa del séptimo Instituto Confucio en España. Se trata de una institución sin ánimo de lucro que promueve la difusión y el aprendizaje de la lengua y cultura chinas en el mundo, ya instalada en Barcelona, Madrid, Granada, Valencia, León y Las Palmas de Gran Canaria, y que ofrece un amplio abanico de posibilidades a la ciudad, entre ellas la generación de una oferta cultural y formación en esta lengua extranjera más amplia, en un momento de auge entre los estudiantes y empresas de medio mundo.

Se trataría de una nueva inversión, extranjera, para generar empleo y cuantiosos beneficios para la ciudad. Por el poder de atracción que estos centros suelen tener, y por los ingresos económicos que podría proporcionar a la Administración que le ofrezca ocupar unas instalaciones en buen estado acordes a sus necesidades de espacio.

Este es el motivo por el que el ayuntamiento estaría pensando en los viejos juzgados de la plaza del Pilar. Un edificio sobre el que tanto se ha especulado, por el que la DGA, titular del inmueble, ha recibido ya suculentas ofertas en el pasado (para un hotel o usos comerciales), pero que ahora se presenta como una oportunidad de oro para reutilizarlo con una finalidad académica. Un objetivo más acorde a los condicionantes políticos que tradicionalmente --desde que se supo que los juzgados irían al recinto Expo-- han acompañado a sus planes de futuro.

China tiene el dinero para hacerlo, ganas de expandir su oferta e inmediatez para empezar a trabajar a corto plazo. Y Zaragoza no quiere dejar pasar la oportunidad. Pero para instalarlo en los juzgados debe contar con el Gobierno aragonés aunque, según ha podido saber este diario, la operación no está supeditada al emplazamiento. Pero la plaza del Pilar tiene un valor añadido porque considera el consistorio que podría dinamizar, o ser motor de arranque, del futuro distrito universitario o Erasmus en la capital.

RECALIFICACIÓN EXPRÉS

La instalación del futuro Instituto Confucio se coordina siempre con Hanban, la Oficina del Consejo Internacional de la Lengua China. Su directora de la Oficina de Representación en Madrid, Li Zang, explicó que siempre que se instala uno en una ciudad es porque "una institución o universidad" traslada la "necesidad" de tener cursos e interactuar con otra universidad de una ciudad china a la que va asociado el centro.

Una oferta suficiente para una demanda creciente. Y una de esas universidades es la de Sun Yat-Sen, constituida por cuatro campus, tres de ellos en Guangzhou, ciudad que ha visitado recientemente el responsable municipal de Cultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, y un cuarto en la de Zhuhai, con la que se ha hermanado la capital aragonesa. Su instalación en Zaragoza está confirmada.

Pero el ayuntamiento, para que se instale en los viejos juzgados de la plaza del Pilar, tendría que hacer una recalificación exprés. Para darle calificación urbanística de equipamiento educativo. ¿Cuál es el problema? Que no puede sacarla adelante en solitario. De nuevo su minoría requiere del respaldo de CHA e IU, como mínimo (y a un año de las elecciones), y con un PP pendiente de lo que diga el dueño del edificio, la DGA.