Los barrios de Zaragoza, los colectivos y entidades ciudadanas tomaron la palabra en una Cincomarzada atípica y combativa con todos los elementos en contra: un 23 de abril con múltiples actividades en el centro de la ciudad; siendo el inicio de un puente festivo para muchos zaragozanos y con la actualidad política centrada en La Aljafería por ser el día de Aragón. Solo el buen tiempo y que, al hacerse en abril, hubo más horas de luz se ponían a su favor para que, según la organización, unas 60.000 personas se acercaran al parque Tío Jorge a lo largo del día. No es la percepción generalizada de los asistentes, que apuntaban a un pinchazo en la afluencia que se da habitualmente, pero también con un tono más crítico.

Más que reivindicativo, preelectoral, propositivo y constructivo, como destacaba Nieves Boj, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), organizadora de esta celebración. Porque a solo un mes de la cita con las urnas era una buena ocasión para que los partidos políticos tomaran nota de lo que reclaman los distritos. Y todos, uno a uno, fueron poniendo asuntos pendientes sobre el escenario. Tras un manifiesto que reclamaba más participación de las juntas vecinales en la toma de decisiones.

Desde la Marcha por los Barrios, a golpe de pedal y con un autobús escoba donde se acumulaban pancartas de todos los barrios de la ciudad. Encima del escenario, donde una y otra vez se apelaba a la defensa de la educación y sanidad públicas, que "ningún niño salga de su barrio" para ir a clase, a la protección de los más desfavorecidos con un alquiler social real, una renta básica que no la ven utópica, una reforma laboral que todos piden eliminar.

Mensajes ya escuchados otros años pero que vuelven porque nadie los ha eliminado del cajón de los asuntos pendientes. Como la cesión de la avenida Cataluña; la creación de un centro de Secundaria en la Margen Izquierda; la respuesta a la escasez de plazas escolares en los barrios del sur de la ciudad; el desarrollo del entorno de la Estación del Norte en el Arrabal; el rechazo al traslado de la unidad de salud mental de Torrero; la mejora en las líneas de autobús que conectan con Miralbueno; o los centros cívicos y culturales que reclaman en la zona Centro o en Parque Goya.

SIN PEÑAS

Dignidad, libertad, equidad. Este fue el lema escogido y, al margen de estadísticas, agrupaba muchas de las ideas que, desde el punto de vista político, querían trasladar en la cita de este año. Pero la Cincomarzada también es fiesta, celebración y encuentro. Y eso, en menor medida que otros años, también se vio. A pesar del vacío evidente que dejaba la ausencia de Interpeñas en el recinto del Tío Jorge, lo que llevó al pasillo central a monopolizar casi toda la actividad lúdica de la jornada. Con 100.000 personas como otros años o con 60.000 como este. Pero en el ambiente quedaba la sensación de que muchos hubieran preferido que fuera 5 de marzo y no 23 de abril.

La única novedad a resaltar con respecto a otros años fue, según la FABZ, que la jornada festiva se alargó durante más horas porque, cuando se hace en marzo, en torno a las siete de la tarde empieza a anochecer y comienza la limpieza y la recogida de residuos. El final se alargó hasta casi las nueve de la noche.

Coincidiendo con la Cincomarzada, la festividad de San Jorge se vivió igualmente en la calle. La amplia oferta programada se repartió por diferentes escenarios como la plaza del Pilar o San Bruno, el parque del Agua o Torre Ramona, lugar elegido este año por los peñistas.