José Manuel Alonso, concejal de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza y presidente de la Junta Municipal del Casco Histórico, planteará "formalmente ante la junta de distrito la ampliación de las zonas azules" a las calles Predicadores y San Blas --unas 150 plazas--, además de mantener las actuales, cuyo periodo de prueba acabó el 31 de diciembre, en el barrio de San Pablo, en las manzanas entre la plaza Santo Domingo y el paseo María Agustín.

Esta determinación está motivada, según explicó el pasado 8 de enero en la II Jornada sobre Movilidad del Casco Histórico, por "el balance positivo que han hecho los comerciantes" de estos seis meses que ha durado la prueba, y la ausencia de quejas sobre las zonas de aparcamiento para residentes y no residentes, más allá "de las típicas sobre poner los límites enfrente de la acera de uno o de la del vecino", pero ninguna de ellas referente al funcionamiento en sí.

La jornada de trabajo, a la que asistieron asociaciones de vecinos y comerciantes y agentes sociales del barrio, pretendía estudiar proyectos ya realizados que tratan de mejorar la movilidad en el Casco Histórico. Joaquín Contamina, coordinador de la Asociación de comerciantes de Conde Aranda-Portillo y uno de los que más ha demandado la implantación de la zona azul, argumentó que había sido "muy positiva", ya que "en las 314 plazas de aparcamiento que se han regulado se han producido 144.334 estacionamientos, de los cuales 124.055 se corresponden con las 189 plazas de zona azul, donde se realizaron 4,1 estacionamientos por cada una al día". Puntualizó que el bajo uso de los aparcamientos de zona naranja --para residentes-- se corresponde con su naturaleza, ya que "no están pensados para ser rotativos" y que los números, aunque son de por si muy buenos, "si la prueba se hubiese realizado en otros meses habrían sido mejores, ya que dos de ellos fueron julio y agosto, que la ciudad está menos transitada".

En la sesión se debatieron otras cuestiones, como la peatonalización, posibles cambios de sentido en algunas calles, la implantación de zonas de carga y descarga y el paso del tranvía por Conde Aranda. Otra petición realizada por los vecinos es que se busque la manera de que la fachada principal de la iglesia de San Pablo deje de parecer un aparcamiento de motos ya que al estar protegido por la Unesco existe una prohibición para aparcar en sus cercanías. Alonso estuvo acompañado por el vicepresidente de la junta, Jorge Muñoz, el jefe de Servicio de Movilidad Urbana, Santiago Rubio, y los arquitectos Manuel Castillo y Teófilo Martín.