--¿Qué balance hace de sus tres años al frente de la Junta Municipal de Distrito de San José?

--El balance es positivo. Se están cumpliendo bastantes de los objetivos que me planteé pese a la crisis, pero todavía quedan otros que se han quedado en el tintero. Una apuesta personal era encontrar elementos que reforzasen la identidad y la autoestima del barrio, creando grupos de trabajo con el movimiento vecinal y el tejido social, y con nuevos colectivos como el 15M, para diseñar estrategias colectivas. Apoyamos la escuela pública, criticamos el desmantelamiento del centro de especialidades Pablo Remacha y defendimos la salud mental, por ejemplo. Ese era mi primer objetivo: crear una red y unas sinergias positivas entre todo el tejido social. El siguiente paso era apostar por elementos identitarios, y allí la harinera es una pieza fundamental.

--¿Por qué apostaron por recuperar la Harinera de San José?

--Porque es un edificio querido y un proyecto olvidado. Apostamos por retomarlo, relanzarlo y favorecer que hubiera un movimiento social en torno a él para finalmente dotarle de una realidad. Es verdad que falta colmatarlo y acabarlo y que desearíamos que la apertura del edificio fuese más amplia pero lo importante es que se abra.

--¿En qué fase está el proyecto que pretende convertir a este espacio en un referente cultural?

--Se está redactando el proyecto cultural. La empresa Paisajes Transversales aportará el tejido artístico y cultural al tejido social. Desde la plataforma en defensa de la harinera se había trabajado muy bien, pero faltaba la aportación de artistas de la ciudad. Las obras comenzarán en diciembre.

--Desde la junta apuestan por una gestión compartida donde los ciudadanos participen activamente.

--Hace dos años organizamos la jornada Espacios vacíos, espacios ocupados, y desde la junta lanzamos la idea de que el espacio se autoorganizara desde el tejido social. Debemos llegar a un punto de gestión mixta donde conviva la tradicional con la comunitaria. El objetivo es que sea un espacio innovador en el que los ciudadanos tengan la palabra.

--¿Qué supondrá su apertura?

--Servirá para poner en el mapa a San José y permitirá estructurar internamente el barrio con la creación de este espacio de interés que se verá potenciado con la llegada del tranvía. Es importante que éste sea un equipamiento de relevancia en Zaragoza, al mismo nivel que ocupan las esquinas del psiquiátrico o CaixaForum, con el fin de que la harinera atraiga a todos los zaragozanos y, al mismo tiempo, se convierta en un espacio abierto a los vecinos del barrio. Llevamos muchos años sin inversiones en San José y la ciudad se lo debe.

--Si el proyecto de la harinera será una realidad muy pronto hay otras reivindicaciones que permanecen allí. El tramo del Canal Imperial en San José continúa sin mejorarse.

--En este asunto quiero ser cauto. Este es un proyecto complejo porque no solo implica a la administración local sino también a la Confederación Hidrográfica del Ebro. Y cuando entran en escena dos entidades la situación se ralentiza. Espero que al final de la legislatura podamos tener noticias positivas. Estamos trabajando para intentar coordinar a todas ellas y que cada una actúe. No como se pensaba hacer en los tiempos de la Expo sino a través de una intervención más blanda.

--Otra demanda histórica es la prolongación de Tenor Fleta. El alcalde Belloch anunció hace unos meses en el Debate de la Ciudad que se haría pero finalmente parece ser que el proyecto acabará en la actual valla.

--No solo criticamos que se haya desechado el proyecto sino también que se haya jugado con las emociones de los vecinos, y eso es grave. Cuando el alcalde anunció de manera sorpresiva el proyecto sin darnos ninguna información más y sin ver qué realismo tenía le dijimos: "nos parece bien pero si lo anuncias esperamos que tenga alguna realidad". Al final no ha sido así porque evidentemente no estaba negociado con Fomento y ni estaban los entornos urbanísticos desarrollados. Encima se contaba con dinero de Arcosur, que era ya hacer un castillo en al aire. No se puede jugar con los anhelos de un barrio y con Tenor Fleta se ha vuelto a jugar.

--¿Desde Izquierda Unida dijeron que agotarían todas las opciones?

--Desde la Junta Municipal, y con la unanimidad de todos los grupos políticos, exigimos al alcalde de Zaragoza que agote las últimas posibilidades y no descarte Tenor Fleta. Ni tampoco cambie esa obra por una operación asfalto en toda la ciudad. No digo que ésta no sea una intervención necesaria, pero hubiéramos preferido que fuera una reforma más integral de las calles y no solo del asfalto. No tienen por qué ser obras contrapuestas. Si el equipo de gobierno cree que la conexión con el tercer cinturón era prioritaria para la ciudad no se puede descartar por una obra que además tiene tintes electoralistas.

--También hay un proyecto muy ambicioso como es el de revitalizar la denominada 'Isla' de San José...

--Esta intervención está despertando celos en el ayuntamiento, ya que la escasa inversión que se hace es en el barrio de San José a través de la oficina de revitalización urbana. La mayor parte de ese dinero irá a la Isla porque es la zona más degradada y porque pensamos que cuando hay poco dinero lo mejor es concentrarlo para que no se disperse.

--El pequeño comercio se siente abandonado. En varias ocasiones se ha quejado de que muchos negocios han tenido que cerrar sus puertas.

--Esta es nuestra gran asignatura pendiente y lo que más nos preocupa. Es difícil por las dificultades actuales pero además ni siquiera el ayuntamiento tiene todas las competencias. Allí entran otros factores y administraciones con mayor potencial económico. Para que el comercio de proximidad tire adelante tiene que haber estrategias profesionales y una decisión política que no favorezca a otro tipo de comercio. Desde IU intentamos contrarrestar el efecto negativo de las grandes superficies de la periferia en el pequeño comercio. Y desde la junta vamos a trabajar con los vecinos para que entren en las tiendas del barrio. Si uno compra al tendero de la esquina está contribuyendo a que en la calle no haya negocios cerrados, sea más fácil, cómodo y seguro pasear, no sea un barrio degradado y haya empleo.

--San José es el primer barrio de Zaragoza que cuenta con una Unidad de Revitalización Urbana. ¿Qué finalidad tiene y cómo funciona?

--Esta es una de las apuestas de las que más orgulloso me siento, tanto por su puesta en marcha como por el excelente profesional que la lleva. Esta oficina ha despertado mucho interés en más de un concejal que lo mira no con recelo sino con celos, queriendo que llegue a otros barrios. Su creación ha permitido que el consistorio se coordine, es decir, que los servicios de infraestructuras, movilidad, urbanismo, renovación del suelo urbano... se concentren y se hagan las cosas de forma coordinada para que se ponga solución a pequeños problemas de la ciudad. Lleva muy poco tiempo funcionando pero ya ha conseguido que se eliminen numerosos postes en la vía pública, trabaja en la renovación de solares y logró que el festival Asalto llegara a San José. Son necesidades que los ciudadanos ven todos los días y no entienden por qué no se hacen. Ahora los vecinos ya saben que tienen una antena donde expresarse y que, a través de esta oficina coordinada desde la junta, el ayuntamiento les escucha.

--¿Cómo es la relación que tiene con las asociaciones y colectivos de San José siendo éste no de los barrios más reivindicativos de la ciudad?

--Me siento muy cómodo. Cuando me eligieron presidente entendía que era un barrio en el que podía aportar, porque toda mi vida he pertenecido a movimientos reivindicativos, vecinales, alternativos, ciclistas..., y eso hace que pueda entender el papel que cumplen. Uno puede estar de acuerdo o no con la junta pero creo que el papel que me toca es impulsar y hacer que el movimiento social y crítico sea cada vez más grande. Creo que hay muy buen tejido reivindicativo en San José y eso es un valor que debemos proteger. Una ciudad sin reivindicación es una ciudad muerta.

--¿En qué trabajará los próximos meses que restan de legislatura?

--En asentar los proyectos que hemos lanzado y aquellas actividades que organicemos sean más participativas. Deseo acabar mi legislatura con el tejido asentado para entregárselo al que venga, sea yo o sea otra persona. También me preocupa la educación pública y algunas infraestructuras que son necesarias. La harinera, la Isla, el Canal Imperial y, en general, la revitalización del espacio social y comercial son las apuestas pendientes. Hemos sido ambiciosos abriendo muchas puertas y ahora toca cerrarlas, porque se ha generado muchas expectativas.