Aprender a montar piezas para formar un robot, y luego moverlo. Ese es el reto que se propuso hace cuatro años Juan Carlos López, miembro del AMPA del CEIP Calixto Ariño, cuando comenzó a impartir de manera voluntaria una serie de talleres a los alumnos del colegio como actividad extraescolar. Desde entonces, más de 50 jóvenes han disfrutado aprendiendo de la Robótica en la Escuela, un programa piloto que se desarrolla en el Calixto Ariño y que cuenta con el apoyo de la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento, Ibercaja y la Asociación Aragonesa de Altas Capacidades Sin Límites.

El programa Robótica en la Escuela está dirigido a alumnos de Educación Primaria. Se divide en dos fases. Un primer taller para niños de 5 a 7 años basado en Lego WeDo y en máquinas simples de Lego; y otro más avanzado para estudiantes de 8 a 11 años que montan piezas del Lego Mindstorms. En este curso escolar participan 10 y 4 alumnos en cada uno de los dos talleres que se desarrollan entre octubre y mayo, un día a la semana, en el aula de informática.

"Lego es un sistema de piezas que permite construir determinadas estructuras. Pero además tienen una dotación de piezas más técnicas con engranajes, ruedas, ejes de transmisión, tornillos sin fin... que hacen que el montaje sea muy didáctico", explica Juan Carlos López. Los escolares deben seguir un patrón para poder ir paso a paso, habituarse a estas piezas e ir comprendiendo determinados movimientos, la reducción de la velocidad, cómo trabajan los sensores... "La importancia radica en que lo hacen jugando. Este juguete tiene esa virtud", admite el profesor.

PASO A PASO

En estos talleres se pretende que los alumnos pongan en práctica los contenidos de los libros de texto que luego adquieren en la asignatura 'Integración al medio físico'. "Se trabaja con ellos desde el punto de vista psicomotriz y la coordinación visomotora. Primero se realiza el montaje y luego llega el momento de ponerlo en marcha. Esas indicaciones o secuencias de instrucción hay que programarlas a través de ordenadores para que las órdenes se vayan cumpliendo", añade.

La diferencia entre los talleres de iniciación y los de niveles más avanzados radica en la autonomía de las máquinas. Los alumnos más experimentados aprenden a montar determinadas estructuras con motores, sensores y otras piezas técnicas más exclusivas. "Se trata de máquinas autónomas, es decir, robots. Las sesiones son más complejas, pero más enriquecedoras. Los alumnos más mayores aprenden a construir vehículos, grúas, robots-escorpiones...", insiste este miembro de la Asociación Sin Límites.

Todos, alumnos, padres y profesores, admiten la importancia de aprender a manejar estos materiales en edades tan tempranas. "Lo que mayor satisfacción les da es ver cómo reacciona el juguete que han montado. Tienen interés por sacarle partido y ver cómo las máquinas responden a los diferentes estímulos", reconoce. A medida que el aprendizaje avanza, las máquinas son más sofisticadas y los alumnos participan en yincanas de coches y peleas de robots.

"Se inicia en edades tempranas, realizando montaje de muñecos, pequeñas maquinetas, utilizando piezas del Lego. En futuros cursos, la complejidad aumenta con el montaje de pequeños robots, accionados a distancia por medio de programas de ordenador", explica el director del colegio Calixto Ariño, Francisco Tejedor. "Esta actividad es muy motivadora para ellos a medida que realizan tareas más complejas. Tiene una capacidad cognitiva y les permite desarrollar la mente. Pensamos ampliar los grupos y bajar la edad a Infantil para que vayan asimilando conocimientos todavía en edades más tempranas", indica.

Este curso, Robótica en la Escuela se ha extendido a otros dos colegios de la ciudad, Juan XXIII y Parque Goya. La Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento, en colaboración con la Asociación Sin Límites, promotora de actividades de alto valor educativo en materia de promoción de ciencia y tecnología, y en particular de la robótica, realizó una selección y facilitó el material técnico necesario. En el Juan XXIII están participando 11 escolares de 5° y 6° de Primaria, mientras que en Parque Goya son 19 niños de 3°, 4° y 5° quienes han tenido su primer acercamiento con este programa educativo pionero.