Aceras que no superan el metro de ancho, nueve postes de luz y de teléfono que dificultan el paso y solares abandonados es el panorama que deben sortear cada día los vecinos de las calles Martín Abanto, Santa Rosa, Privilegio de la Unión y San Luis de Francia. Cuatro vías situadas en el corazón del distrito de San José, muy transitadas especialmente por personas mayores y niños y a las que hay que sumar otro problema: un asfalto lleno de parches que dificulta el tránsito de vehículos.

"La acera es muy estrecha, hay zonas hundidas y sin baldosas, y la presencia de dos postes impide el paso de carros de la compra y carritos de niños", relata María José, vecina de la calle Martín Abanto. Además, la valla que protege el solar se come parte de acera. En el otro lado, la situación no es mucho mejor. "La acera no llega al metro de ancho y está inclinada".

María José, como otros vecinos de la zona, lamenta la "desidia" y el "abandono" de un solar situado en la calle Martín Abanto. "En varias ocasiones he tenido que limpiarlo y poner una lona verde en la valla para que no se vea. Hace un mes se produjo un incendio", indica. "El estado de la calle acabará afectando a los negocios. La zona se está envejeciendo y dejará de ser transitable". Por si fuera poco, "la calle está parcheada y precisamente el sitio que peor está es el paso de peatones", señala María José.

UN MURO EN LA ACERA

La situación de Martín Abanto no dista mucho del estado en el que se encuentra la calle Santa Rosa con Privilegio de la Unión. Los problemas se repiten. Una acera muy estrecha y postes que obstaculizan el paso de peatones. En esta vía no hay valla pero sí un muro que protege una vivienda de cuatro plantas que está abandonada y que reduce el espacio de acera.

"Nos sentimos aislados. Hay otras zonas próximas que sí han sido mejoradas", dice María Dolores, vecina que lleva viviendo en esta calle desde hace más de 50 años, refiriéndose a Monasterio de Samos y Luis de Francia, en la Isla. María Dolores lamenta que no pueda ir tranquilamente por la acera con su carro de la compra. "El muro invade la acera. Eso provoca que apenas podamos transitar por ella y tengamos que ir por la calzada mirando que no vengan coches. Tendrían que tirar la pared, alinearla con la casa y quitar los postes que hay", comenta.

La calle se convierte en unsitio de tránsito peligroso y el solar en un espacio sucio y descuidado. "A menudo vemos ratas, basura, gente meando e incluso cómo va creciendo un árbol en su interior. Me da miedo pasar por allí", reconoce Angelines, que vive en el número 6 de Santa Rosa. "La única alternativa es cruzar dos veces la calle y elegir la acera de enfrente, la más alejada a su casa, para terminar tropezándose con un paso de cebra en mal estado situado en la misma esquina.

"Para la Unidad de Revitalización Urbana de San José, desde que comenzamos a trabajar en marzo, la mejora de la movilidad peatonal y especialmente la de personas con movilidad reducida es, entre otras, una de nuestras prioridades", indican desde la entidad. Así lo expusieron en un informe en el pleno de la Junta Municipal en mayo. Días después, la Unidad solicitó "la eliminación de barreras arquitectónicas y la retirada de postes en distintas calles a través del Registro General".

Desde el área de Alumbrado Público comenzaron a reubicar las farolas manteniendo los postes y ya se han producido contactos entre Urbanismo y otros departamentos con las compañías eléctricas y telefónicas para coordinar la retirada de los postes. De los 12 pivotes que había, dos ya han sido eliminados en la calle Ramón Sáinz de Varanda y otro en la calle Castelar. "Hemos promovido la retirada de los postes que quedan y entendemos, compartimos y apoyamos las quejas vecinales. Nos comprometemos a seguir trabajando con constancia hasta la solución definitiva de este problema vecinal", añadieron desde la Unidad de Revitalización de San José.