El proceso para la apertura de la antigua Harinera avanza con paso firme. Desde la oficina de innovación urbana Paisaje Transversal, junto con representantes del tejido asociativo de San José, la Junta de Distrito, Zaragoza Cultural y agentes sociales y culturales del barrio y la ciudad, trabajan para fijar los cimientos sobre los que se asiente el futuro del simbólico edificio. Los dos últimos meses han servido para realizar distintos encuentros y actividades abiertas a los ciudadanos que servirán para definir los usos y el modelo de gestión.

El proyecto seguirá la línea base de un documento elaborado por Zaragoza Cultural donde se plantea la harinera como un nuevo equipamiento de ciudad dedicado a impulsar la participación activa de la ciudadanía y la transformación urbana a través de la creatividad y la cultura. La propuesta de Paisaje Transversal incorpora tres acciones como actividades centrales dentro de la participación: Imaginacción, Reciclacción y Jardinacción.

"A finales de septiembre nos reunimos con la asociación de vecinos para conocer la problemática en torno al edificio y nosotros les explicamos cómo planteábamos el proceso de participación para la definición de usos y programas de la harinera y del modelo de gestión", explica Jon Aguirre Such, responsable de Paisaje Transversal. Ese primer contacto derivó en reuniones con los agentes sociales y culturales de la ciudad, "con el fin de que sea un equipamiento no solo de barrio sino también de ciudad".

Fruto de ese llamamiento, más de 150 agentes han ido pasado por distintas reuniones de trabajo. "Les explicamos cómo íbamos a desarrollar el proceso y los objetivos del espacio, ya que el proyecto de la harinera nace con unas líneas estratégicas y de trabajo prefijadas para que tenga un carácter diferencial respecto a otros equipamientos públicos. Sería un error duplicar espacios y equipamientos que ya existen en la ciudad", indica.

El siguiente paso fue la creación de un grupo motor, "que servirá de base para una futura mesa de usuarios", encargada de gestionar la programación cultural del edificio y que está integrada por representantes de la junta, la asociación de vecinos y del tejido social y cultural de la ciudad. Estos son los que van a tirar del proceso y, junto con Paisaje Transversal, desarrollar actividades y plantear las estrategias para el futuro de la harinera", apunta Aguirre Such, arquitecto urbanista.

PROCESO PARTICIPATIVO

Paisaje Transversal, que concurrió al concurso de licitación abierto por el consistorio junto a otras cuatro empresas locales y nacionales, es la encargada de liderar el procedimiento en el que agentes culturales, sociales y vecinales pueden conocer en profundidad el proyecto y aportar sus propuestas. Para participar pueden hacerlo a través del correo electrónico harinerazgz@gmail.com, facebook, twitter o visitar el blog harinerazgz.wordpress.com.

Paisaje Transversal trabajará como asistente técnico hasta diciembre junto al grupo motor para redactar un proyecto final que será el que regirá el día a día de este equipamiento a partir de su apertura y una vez finalicen las obras de rehabilitación.

La redacción del proyecto se llevará paralelamente con el comienzo de las obras. Los trabajos en la planta calle, que ya tienen presupuesto, se iniciarán en diciembre y terminarán en marzo, aunque el periodo electoral retrase su inauguración. Para llenar el resto de los 2.000 metros cuadrados habrá que esperar.

Inicialmente será una apertura parcial. Se acondicionará una de las plantas y en la otra se crearán espacios para talleres creativos que contribuirán a dinamizar el centro. "Vamos a entregar un programa de usos para las cuatro plantas porque vamos a tener material suficiente para llenar todo ese espacio. Se comenzará con una gestión pública que dará pasos progresivos hacia una autogestión cultural por parte de la mesa de usuarios".

Dentro de este escenario, los vecinos de San José y de otros barrios pudieron acceder a la Harinera el 8 de noviembre en una visita guiada a cargo del arquitecto Teófilo Martín. En Imaginacción, recorrieron las cuatro plantas, siguiendo el antiguo camino del grano, de arriba abajo, vieron la maquinaria que quedará como recuerdo y decoración, e imaginaron los espacios para talleres, la música o los intercambios que podría albergar el edificio.

Los visitantes salieron encantados y reconocieron las enormes posibilidades que ofrece el edificio. Como expuso el concejal-presidente del distrito, Pablo Muñoz, éste fue solo un primer paso, pero importante: "Ya estamos aquí", resumió ante los vecinos. "Es verdad que desearíamos que la apertura fuese más amplia pero lo importante es que se abra". Para Muñoz, la harinera deberá ser "un espacio innovador, abierto a los vecinos y relevante en la ciudad".