El tranvía de Zaragoza pone la directa hacia el cumplimiento de todas las expectativas que se crearon en torno a él. El 26 de marzo se cumplió el primer año desde que se puso en servicio el recorrido completo entre Valdespartera y Parque Goya y toca hacer balance. Y el resultado es que de los 48,3 millones de pasajeros que acumula la línea desde que se estrenó, el 4 de abril del 2011 pero de forma parcial y solo hasta Gran Vía, 25 de ellos se han contabilizado en el último año. Es decir, más de la mitad de los viajeros registrados en tres años se han obtenido en el último.

Y eso es gracias a la mayor utilización que se ha hecho de este medio de transporte una vez que ha atravesado el centro y ha conectado con la margen izquierda. Un avance que se ha traducido en pasar de los 55.000 usos de media diaria --en días laborables-- a los más de 95.000 que se dan ahora, un 72% más.

Son datos oficiales incontestables los que ofrece el tranvía en un primer año de probaturas en una explotación comercial cargado de críticas por las frecuencias, su capacidad, las averías, algunos accidentes y muchas quejas por la obligatoriedad que conllevaba para realizar muchos desplazamientos que antes cubría el autobús. Pero estos nuevos hábitos de transporte, esa concepción de que todos los desplazamientos posibles no pueden estar cubiertos por un bus porque no es eficiente, se va asentando en la ciudad y desde el ayuntamiento ya prevén ir creciendo más en los próximos meses. Hasta el punto de que se espera que el 2014 --en el cómputo de doce meses-- se cierre con "entre 27,5 y 29,5 millones de viajeros".

Así que puede mejorar, puede ir hasta los topes en horas punta pero, en definitiva, se utiliza y mucho. Y si lo hace, otras cuestiones también lo notan, como las medioambientales. De hecho, según los datos oficiales del consistorio, el uso masivo que se está dando a esta línea ha contribuido a que se reduzca en un 25% el número de vehículos que ahora circulan por el centro de la ciudad. Y con menos coches, se nota en las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, que también se han aminorado en un 12%.

KILÓMETROS

Son las credenciales de un primer año de explotación comercial de los 12,8 kilómetros que tiene la línea y que conecta la parada de Mago de Oz, en Valdespartera, con la de Academia General Militar, en Parque Goya. Así, ahora realiza 2.158 expediciones a la semana (353 de media de lunes a viernes, por 234 los sábados y 159 los domingos) y 26.311 kilómetros, hasta sumar 1,29 millones en el último año y 2,64 desde que entró en servicio. Lo equivalente a 66 viajes alrededor del planeta o siete viajes desde la Tierra a la Luna.

Pero tiene más en este periplo de tres años. Como la valoración que hacen los usuarios. En la última encuesta elaborada, le daban un 7,57 de nota. Al margen de ponerle nota, lo que destaca es que el 57% de los pasajeros dice usarlo cada día, o que el 49% de ellos diga que lo emplea dos veces cada jornada y el 43% en tres o más ocasiones. Esto dice mucho de cómo se ha implantado --a la fuerza o no-- en los hábitos del día a día de los ciudadanos.

Por último está la ganancia desde el punto de vista urbanístico. La transformación que ha llevado este eje norte-sur ha supuesto añadir 29.175 metros cuadrados de espacios peatonales, 12.218 más de los que ya existían antes de las obras, o 42.000 más de zonas verdes y 72.000 de jardines, además de la plantación de 1.634 árboles.