El Circuito de Cataluña, considerado uno de los mejores trazados del mundo y que, del 27 de febrero al 2 de marzo, volverá a contar con el privilegio de albergar los quince días más importantes de pruebas de todos los equipos del Mundial de F-1, además de albergar, de nuevo, tres pruebas puntuables para los campeonatos del mundo de monoplazas, MotoGP y Rallycross, ha llegado a un acuerdo con la compañía Dorna, organizadora del Mundial de motociclismo, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y la agrupación de pilotos, liderada por Valentino Rossi y Marc Márquez, para variar el trazado tradicional de motos y crear una nueva variante o chicane para evitar la curva 12 en la que, el pasado mes de junio, sufrió un accidente mortal el joven piloto mallorquín Lluis Salom.

DOS CHICANES PARECIDAS

Después de varias reuniones, tanto el circuito como los pilotos han llegado al acuerdo de que lo mejor es que el Gran Premio de Cataluña se dispute, el fin de semana del 9 al 11 de junio próximo, en el trazado que ya utiliza la F-1, con la variación de que la chicane, posterior a la curva 12 (en la fotografía pintada de amarilla), se construirá unos metros antes que la ya existente para los monoplazas.

Los obras, que darán comienzo el próximo mes de enero, hará que el trazado que utilizarán las motos tendrá tres metros menos que el de la F-1 (de los 4.655 metros de los coches se pasará a los 4.652 de las motos) y suprimirá la curva del accidente, que, en la fotografía, sigue pintada de gris. Ese nuevo estrechamiento también evitará que los pilotos, especialmente los de MotoGP, puedan encarar la curva de entrada en meta de Montmeló a gran velocidad y, por tanto, tal vez reduzca en unos cuantos kilómetros por hora la velocidad punta que alcancen al final de la gran recta y que, a menudo, supera los 340 kilómetros por hora.