El mundo de las dos ruedas sigue preocupado por el estado anímico y deportivo de su gran mito, el italiano Valentino Rossi, nueve veces campeón del mundo de todas las categorías y la auténtica imagen e ídolo del Mundial de motociclismo.

Rossi --a quien el mismísimo Giacomo Agostini, 15 veces campeón del mundo, ha pedido que haga una reflexión sería sobre si está o no en la recta final de su carrera y, sobre todo, si aún se encuentra con ánimos de pelear por la victoria en cada gran premio--, acaba de recibir, a través de unas declaraciones al diario italiano 'La Repubblica', un empujón de ánimo por parte de Gabriele del Torchio, administrador delegado de Ducati y, sin duda, el hombre que, en estos momentos, negocia con el grupo automovilístico Volkswagen la venta de la firma de Borgo Panigale por 850 millones de euros.

"Ducati sigue confiando ciegamente en Valentino Rossi, de eso no hay duda y en nuestro ingeniero jefe, Filippo Prezioso, ellos han de ser los hombres encargados de sacarnos adelante y de convertir nuestra 'Desmosedici' en una moto puntera en el Mundial de MotoGP", ha comentado Del Torchio.

Situación delicada

El dirigente de la marca italiana no duda de que las duras declaraciones del nueve veces campeón del mundo de velocidad, en las que criticó duramente su moto y dijo haber perdido la esperanza "porque la gastamos toda en el 2011", son, simplemente, "unos comentarios que hizo en un momento de desahogo, en unos instantes de consternación, fruto del mal resultado cosechado en la carrera de Losail, nada más".

Para el máximo responsable de la fábrica de Borgo Panigale, la situación es, sin duda, delicada "pero tenemos los recursos técnicos y humanos para salir adelante, entre otras cosas porque tan solo se ha disputado una carrera y quedan aún 17 grandes premios para enderezar la situación". Del Torchio ha reconocido que ni el resultado del estadounidense Nicky Hayden, sexto a casi medio minuto (exactamente a 28.413 segundos) de Jorge Lorenzo, el vencedor, ni la décima plaza de 'Vale', a más de medio minuto del tricampeón mallorquín (exactamente a 33.665 segundos) "son los resultados que esperabamos y por los que competimos en el Mundial, donde queremos ganar".