Estaba muy sonriente, muy contento, Jorge Lorenzo después de la carrera en la que pensaba estar lejos del podio y acabó robándole la segunda plaza a Rossi. «Es de los segundos puestos que más he disfrutado», dijo el balear, que bromeó con la prensa española a la conclusión. «El tiburón (así le llaman) se ha comido a algún humano», respondió cuando le preguntaron si se había zampado algún pez pequeñito, en alusión a aquella frase del italiano y ese casco que estrenó hace un año en Misano.

Lorenzo aún puede ser matemáticamente campeón. Es difícil, casi imposible. 66 puntos le separan del líder, Márquez. «El campeonato está prácticamente decidido y Marc tendría que ser muy desafortunado para perderlo, pero si en algún año puede pasar algo extraño es en este porque por caídas y por neumáticos está habiendo mucha variación de resultados y no te puedes confiar en ningún momento. Márquez lo tiene prácticamente hecho, tiene mucha experiencia y es complicado que se equivoque, pero... Supongo que él intentará ser precavido».

Por su parte, Rossi también entiende las dificultades para conquistar el título, aunque no arroja la toalla. «Después de la primera mitad de la temporada, con tres carreras en blanco, me las arreglé para recortar, pero si era difícil pensar en el Mundial con 43 puntos de desventaja, lo es aún más con 52, aunque ello no quiere decir que renuncie antes de que las matemáticas me excluyan», dijo Rossi, que prevé «una buena pelea» contra Lorenzo por el subcampeonato: «El honor está en juego».