Es el día, pero habrán más, muchos más. Es el circuito, pero vendrán otros, muchos otros. El mallorquín Joan Mir (Palma de Mallorca, 1 de septiembre 1997), un auténtico fenómeno, créanme, tiene mañana (04.00 horas, Movistar MotoGP y Vodafone) la primera de las muchas, dicen, oportunidades de brillar, de ser grande, inmenso, campeón que tendrá a lo largo de la carrera deportiva que todos le auguran.

Mir, líder indiscutible del Mundial de Moto3, el gran dominador, el ‘puto amo’ del campeonato tras lograr ocho victorias (Catar, Argentina, Francia, Barcelona, Alemania, República Checa, Austria y Aragón), corre mañana, en Motegi, la sede de su fábrica, Honda, lo que le permitiría celebrarlo con los grandes jefes, y tiene la oportunidad de coronarse como nuevo y flamante campeón del mundo de la pequeña cilindrada en su gran premio nº 34, después de conquistar nueve triunfos y 13 podios.

Lider destacadísimo en el Mundial

El hijo de Juan, dueño de una tienda de ‘skate’ y tablas de surf en Palma, y Ana, diseñadora de interiores, el sobrino de Guillermo, veterano campeonísimo de Baleares de motos de agua, tiene hoy una oportunidad estupenda, que se repetirá, cómo no, en Australia dentro de siete días, en Malasia dentro de quince y hasta en Cheste (Valencia), la segunda semana de noviembre, para convertirse en lo que todo el mundo anunció a inicios de temporada: campeón del mundo de Moto3. Supera en la clasificación por 80 puntos al italiano Romano Fenati (Honda) y por 98 al también español Aron Canet.

Mir, sancionado en Aragón con seis puestos en la parrilla de Japón, arrancará desde la séptima línea tras unos malos entrenamientos

Mir, uno de los muchos alumnos avanzados de ‘Chicho’ Lorenzo, el padre del tricampeón del mundo mallorquín de MotoGP, tiene su primera ‘pelota de partido’. ¿Cómo puede ser campeón a falta de cuatro grandes premios para el final? Fácil o no, veamos: lo será si gana o es segundo; si finaliza 3º y Fenati no gana; si acaba 4º o 5º y Fenati queda 3º; si finaliza 6º, 7º y 8º y Fenati no queda 4º….y así un montón de posibilidades.

Una sanción que le complica la salida

"Veremos, veremos, no he conseguido tener confianza encima de la moto. Tal vez la logremos mañana por la mañana, en el último entrenamiento previo a la carrera, pero no sé, me está costando demasiado hacerme con la moto, ponerla a punto y rodar bien aquí, pero vamos a pelearlo", confesó un sincero, como siempre, Joan Mir. Se ha liado mucho en los entrenamientos y, encima, arrastra una sanción de seis puestos en la parrilla por haber cambiado de dirección “tres veces” en la recta de meta del GP de Aragón, que ganó hace dos semanas. Así que como ha terminado el 14º en los ensayos definitivos de hoy, en Motegi, arrancará desde el centro de la séptima fila, su peor posición de la temporada, pues en el GP de Argentina fue el 16º.

“Se que el equipo intentará poner en mis manos la mejor moto posible, ya verán”, explica el candidato al título, de 20 años, que insistió en que “el 'warm-up previo a la carrera será vital para acabar de poner la moto a punto”. Eso sí, Mir reconoce que salir tan atrás en una parrilla repleta de jabatos “que no se juegan nada” tendrá su riesgo, su peligro, “pero empiezo a estar acostumbrado”. Mir cree que habrá que tener paciencia. “Son 20 vueltas, casi 100 kilómetros y en Motegi hay varios sitios y apuradas de frenadas para poder pasar a los 19 que arrancan delante mío”.

Todavía tendrá tres oportunidades más

Seremos pacientes. El título está ganado. Si no es mañana en Motegi, bajo la lluvia, en un día gris plomizo, lo será junto al mar de Phillip Island (Australia), el circuito más hermoso y querido por los pilotos. Y aún quedará el velocísimo Sepang de Malasia, bajo un calor tremendo y, sí, también lluvia, probablemente. Mir se ha ganado el derecho, no a elegir, porque estas cosas no se escogen, pero sí a disfrutar de las cuatro ‘pelotas de partido’ que se ha ganado en la mejor temporada de un piloto en Moto3.