Una buena parte de los pilotos de MotoGP que acudieron ayer a la habitual reunión de la Comisión de Seguridad, que se celebra cada viernes de gran premio en las oficinas de la compañía Dorna, organizadora del Mundial de motociclismo, mostraron, con firmeza, que no piensan correr el domingo en el precioso Red Bull Ring, de Spielberg, si llueve. "Ya sabemos todos que la palabra del piloto es importante, pero no decisiva, pero estamos firmemente dispuestos a no correr porque la pista se convierte, en determinados puntos, en un auténtico espejo, en un resbaladizo cristal, en cuanto caen cuatro gotas, por culpa de la mucha goma acumulada por las frenadas de las carreras de coches que se celebran, a lo largo del año, en este trazado", señaló a EL PERIÓDICO uno de los pilotos punteros del campeonato de la categoría 'reina'.

La reunión, que sirvió también para que cada piloto expresase su punto de vista sobre las soluciones a tomar para que no se vuelvan a producir accidente como el que protagonizaron, sin querer, Aleix Espargaró (Aprilia) y Andrea Iannone (Suzuki) cuando chocaron en el cambio de moto, en el 'flag to flag', en el reciente GP de Brno, tuvo como punto fuerte la negativa de los pilotos de MotoGP a correr, en Austria, si llueve. Evidentemente, la decisión está en manos de dirección de carrera, en caso de que la lluvia, que no amenaza ni hoy ni mañana al gran premio, acabe cayendo y lo haga con fuerza.

La multitudinaria caída en los ensayos de Moto2

Hubo dos detalles que movieron a los pilotos punteros del Mundial a negarse a correr. El primero fue la caída multitudinaria que tuvo lugar ayer, en los entrenamientos de la tarde de Moto2, donde muchos pilotos, entre ellos el catalán Àlex Márquez, rodaron por el suelo tras la apurada de frenada de una de las rectas, donde, en efecto, acabó descubriéndose que había mucha goma acumulada, nada peligrosa cuando la pista está seca pero muy, muy, resbaladiza cuando se moja. Y el segundo detalle, que asustó al grupo de 'magníficos' que se está jugando el título grande, es que el propio Loris Capirossi, excampeón del mundo y uno de los responsables de la Comisión de Seguridad, aseguró que él mismo, en unas vueltas que dio con una KTM el jueves lloviendo, apuró la frenada en varios puntos del circuito y, en efecto, corrió peligro de caerse. Esa opinión fue definitiva para que una parte importante de los pilotos presentes en la reunión sugiriesen que se suspendiera el gran premio en caso de lluvia.

Respecto a las sugerencias para mejorar el procedimiento en la calle de boxe en el momento de cambiar de moto en las carreras 'flag to flag', fueron varias las opiniones que se expresaron, alguna de ellas ya conocidas como la sugerencia de Marc Márquez de que se añada un mecánico más con la famosa (y ya casi desaparecida) 'piruleta', el cartel de frenar y arrancar que ese mecánico de más colocaría ante la mirada de su piloto. Lo que sí parece definitivo es que se reducirá la velocidad en esa zona de 60 a 40 kilómetros por hora. Más difícil, por no decir que imposible de aplicar, es la petición de Dani Pedrosa de que se intercale un box, un equipo, de Moto2 entre los talleres de MotoGP para crear más espacio para poder hacer la operación. "Esa propuesta, que es muy inteligente, no la podemos desarrollar porque no todos los circuitos son tan grandes como este y es imposible llevarla a cabo en todos los trazados que corremos", señaló otra fuente.

La Comisión de Seguridad quedó encargada de estudiar una fórmula para mejorar el tráfico en las carreras 'bandera a bandera' y todo parece indicar que, contrariamente a lo que ocurre ahora, la proridad en la salida del box, una vez cambiada la moto, será para el que regresa a la pista. "Tiene su lógica --añadió una tercera fuente-- que así sea, pues se entiende que el que sale, el que acaba de cambiar de moto, va por delante tuyo en la carrera y tiene derecho a regresar a la pista antes que el que entra a cambiar de moto".