Vale, supongamos que, como todo el mundo cuenta, explica, analiza y reconoce, las dos grandes innovaciones aportadas al Mundial de MotoGP, la centralita electrónica común a todas las marcas y el cambio de marca de neumáticos, de la japonesa Bridgestone a la francesa Michelin, han igualado, no solo los entrenamientos y las carreras, sino también el campeonato.

Bueno, hay pequeñas dudas. Estamos a tres carreras (75 puntos) de acabar el Mundial y, de nuevo, solo los cuatro magníficos (Marc Márquez, 248 puntos, sin contar los del GP de Japón) ; Valentino Rossi (196) y Jorge Lorenzo (182) podrían ser campeones, siempre que Márquez no lo haya conseguido en Motegui.

Cierto, hasta la fecha, ha habido durante la temporada seis polemans ¡lo nunca visto!: Márquez (6: Argentina, Austin, Barcelona, Alemania, Brno y Aragón), Lorenzo (3: Catar, Le Mans y Misano), Rossi (3: Jerez, Italia y Japón), Andrea Dovizioso (Holanda), Andrea Iannone (Austria) y Cal Crutchlow (Inglaterra). Y, más llamativo e inédito: 8 ganadores en 14 carreras. Anoten: Márquez (Argentina, Austin, Alemania y Aragón), Lorenzo (Catar, Francia e Italia), Rossi (Jerez y Barcelona), Pedrosa (Misano), Maverick Viñales (Inglaterra), Crutchlow (Brno), Iannone (Austria) y Jack Miller (Assen).

UN CAMPEÓN EN CADA MARCA

Hay quien cree que, la próxima temporada, el patio de MotoGP aún estará más revuelto. Eso sí, casi nadie duda de que el campeón volverá a ser uno de los cuatro magníficos a pesar de que se han producido movimientos que parecen diseñados en el laboratorio deCarmelo Ezpeleta, el jefe supremo: para tener un campeón, un candidato al título, en cada equipo oficial (ver gráficode la futura parrilla).

La movida, que se resolvió en la primera mitad de este Mundial, hizo saltar a Lorenzo de Yamaha a Ducati; a Viñales, de Suzuki a Yamaha; y a Iannone, de Ducati a Suzuki. Y, como movimientos menores pero igualmente llamativos, Rins debutará con, Polyccio Espargaró y Bradley Smith a la novedosa KTM y Aleix Espargaró reforzará a Aprilia.

MANTENER LAS FUERZAS

Solo Honda ha retenido sus dos grandes piezas. Siguen Marc Márquez, a punto de ser tricampeón (en su cuarto año en MotoGP) y Dani Pedrosa. El nen de Cervera volverá a ser el gran favorito en 2017. A partir del poderoso, calculador, metódico, agresivo y pletórico Márquez, puede ocurrir de todo. Hasta que Pedrosa vuelva a resurgir, pese a sus 31 años. O que Lorenzo encaje en Ducati, una moto que ya merece un piloto campeón. O que Viñales, como hizo Márquez en su primer año en MotoGP (2013), dé la campanada. O que Iannone deje de ser un díscolo (y peligroso) en la pista y la Suzuki se convierta en la moto del presente, más que del futuro. Lo que parece ya menos probable es que a Rossi, ya con 38, le queden fuerzas para pelear con semejantes jabatos.

MICHELIN, VITAL

Una pieza puede ser vital a la hora de tirar los dados sobre el asfalto del 2017: si Michelin logra el neumático base perfecto, es decir, si la fábrica francesa termina con sus experimentos y ofrece a las marcas una goma estable sobre la que poder diseñar y construir la moto perfecta, la lotería recuperará la lógica y la incertidumbre, las caídas y la imposibilidad de que el neumático que te toque en carrera se degrade o destruya, dejará, de nuevo, la victoria en manos del talento.