El 2016 ha sido un año muy importante para Abarth, que ha puesto toda la carne en el asador con el lanzamiento de dos coches: el 595 y el Spider 124. La celebración del Abarth Day en España sirvió para mostrar los detalles que hacen de estas preparaciones una marca pasional, con su propia identidad y una comunidad de fans fieles. Algunos dirán que es por su estética deportiva, otros por sus mejoras profesionales y los más quisquillosos incluso por su sonido único. La cita en el Circuito de Los Arcos de Navarra nos permitió conocer de cerca estos modelos para poder hablar de su personalidad.

EL ABARTH 595

El primer test fue con el urbano de la firma del escorpión, que ha aprovechado todo el desarrollo del 695 Biposto para ofrecer un coche fuera de lo normal. Con la carrocería convertible, el 595 se vende en tres niveles de acabados que mejoran de uno a otro el comportamiento deportivo con soluciones mecánicas: 595, Turismo y Competizione.

Este nuevo modelo llega para actualizar el del 2008 con un frontal rediseñado con la parrilla enfocada hacia abajo (como enfadada), nuevos grupos ópticos, un perfil más musculoso y un difusor trasero más grande y deportivo. Las nuevas llantas de 17 pulgadas Granturismo están disponibles a partir del acabado Turismo y son un 7% más ligeras. El peso es parte fundamental de la filosofía de diseño del Abarth y le aporta potencial frente a unos motores de menos cilindrada que sus rivales.

En cuanto a motorizaciones, las tres versiones cuentan con el 1.4 T-jet, que en el 595 alcanza 145 CV; en el Turismo, 165 CV; y en el Competizione, 180 CV. Este último dato, unido al escape Record Monza, patentado por la firma y que le aporta ese sonido tan característico, lo identifican ante cualquier amante o desconocedor de la marca. El cambio manual de cinco marchas es duro, corto y directo, así que la deportividad está asegurada. Pero la sensación rácing no solo la aporta el motor, y es que este 595 monta varias soluciones mecánicas como la suspensión variable Koni FSD, frenos Brembo con pinzas de aluminio y, por primera vez, diferencial autoblocante mecánico opcional en el tope de gama.

EL ABARTH 124 SPIDER

Pero no nos olvidemos del Abarth 124 Spider, el más atrevido del circuito tanto estética como mecánicamente. Como ya sucede con el 500, este Abarth llega con un plus de deportividad que se ve a primera vista pero, sobre todo, se siente al conducirlo. Los responsables han trabajado intensamente en ambos modelos para presentar algo nuevo pero fiel a su historia. Por eso no es de extrañar que se siga con la idea del capó negro mate, el color en rojo en algunos detalles y un perfil muy fácil de identificar. El motor ha conseguido llegar a los 174 CV y 250 Nm de par gracias al extra que ofrece el Record Monza.

Pudimos probar este modelo con el cambio automático Sequenziale Sportivo y nos quedamos con las ganas del manual. Eso sí, las sensaciones de velocidad no se puede omitir. Este peso pluma llega a los 230 km/h gracias a su reducido peso, 1.060 kg (6,6 kilos por caballo) y el diferencial mecánico de deslizamiento reduce los errores en los momentos más difíciles.

Al igual que el Abarth 595, cuenta con una dirección más dura y amortiguadores específicos Abarth by Blisten. Los encargados de Abarth España quisieron que la jornada fuera memorable lanzando una bomba. El Spider 124 volverá al Nacional de Asfalto la próxima temporada.

El Abarth 595 mejora notablemente en la versión Competizione (26.600 euros) si lo que quieres es ponerlo en el circuito o sobrepasar los límites establecidos. Para cumplir con la ley, el Turismo es suficiente (23.600 €). Por su parte, la singularidad del Abarth Spider 124 lo convierte en un bombón. Su estética y sonido del escape no pasan inadvertidos y su comportamiento mecánico no tiene queja pese a un cambio automático mejorable.