Pocas veces un modelo ha tenido tanto recorrido en la historia del vehículo comercial ligero. Ford, una de las marcas pioneras en el mundo del transporte de mercancías en este segmento, ofrece este año la esperada remodelación de su gran estrella: la Transit.

La primera generación nació en el año 1953, compacta, con formas redondeadas y funcional cien por cien. Hoy, seis generaciones más tarde (esta es la séptima), la marca norteamericana vuelve a demostrar que el éxito es posible. El modelo, que llegó al mercado el pasado mes de marzo, se fabrica en Turquía (para Europa) Kansas City (para Norteamérica) y Elabuga (para el mercado ruso).

La nueva Transit se une a sus hermanas menores (Courier, Connect y Custom), ofreciendo una gama tremendamente funcional. Se comercializa con un propulsor diésel TDCi de 2.2 litros que otorga tres potencias (100, 125 y 155 CV). Combinado con cinco carrocerías (Van cabina simple y doble, mixta, Kombi, chasis de cabina simple y doble, y en formato bus), tres tracciones (delantera, trasera y 4x4), tres acabados (Ambiente, Trendt y Econetic) y cuatro batallas (de L2 a L5) puede llegar a 450 variantes.

La nueva Ford Transit tiene una capacidad de carga de hasta 15,1 metros cúbicos con flexibilidad para transportar objetos de hasta 4,2 metros de profundidad. Además, su impresionante capacidad de remolque soporta cargas de hasta 3.5 toneladas. Por dentro incorpora un buen equipamiento, incluyendo el sistema Sync de comunicación y con asistente de emergencia, control de crucero adaptativo y el sistema de control en curva. Su gama de precios arranca en los 28.215 euros.