3Hace ya tiempo que las motos tipo naked (sin carenado) de cilindrada media se adueñaron de una importante parte del mercado desbancando a las deportivas puras. Todo fabricante que se precie tiene, al menos, un representante en este concurrido y animado sector. Y BMW cuenta con la F 800 R, un modelo que se ha hecho su hueco entre rivales de mucho calado.

En este sentido, la firma alemana ha aplicado aquella máxima que dice que si algo funciona mejor no tocarlo y este año apenas ha introducido unos cambios estéticos. Se trata de unas renovadas tapas laterales, que esconden el radiador, y le aportan un toque elegante y deportivo a la vez. Y ahora la pequeña cúpula es de serie. El resto de la moto permanece inalterada conservando todas las cualidades dinámicas que le han granjeado un buen número de incondicionales.

Estética aparte, uno de los detalles importantes de la F 800 R es la posibilidad de graduar la altura del asiento entre tres posiciones: 775, 800 y 825 milímetros. Con la más baja queda prácticamente al alcance de la mayoría de usuarios, que harán pie con facilidad ayudando en las maniobras en parado.

El motor bicilíndrico en línea sigue siendo la gran baza de esta naked. Puede que con sus 87 CV quede por detrás de sus rivales en términos de potencia, pero están muy bien aprovechados. Esta BMW goza de una buena respuesta a bajo y medio régimen, y de un tirón arriba que cumple con el expediente. Pero es el consumo una de sus principales virtudes ya que en la prueba apenas gastó 5,2 litros cada 100 kilómetros en recorrido mixto a ritmo alegre.

El comportamiento dinámico no tiene pero alguno a pesar de que se trata de una moto larga que podría condicionar su agilidad. La F 800 R es ágil en tramos virados a la vez que ofrece un excelente aplomo en curvas rápidas. Sí es cierto que altas revoluciones vibra un poco pero sin llegar a ser molesto. El depósito de gasolina, ubicado bajo el asiento, ayuda a centralizar las masas pero la localización del tapón, junto al sillín, no resulta muy limpio.

La presencia del ABS es una garantía de seguridad para un modelo que en sus orígenes renunció a la transmisión por correa de sus hermanas para adaptar una cadena y así acercarse más a sus posibles usuarios.