Las siglas GTi son sinónimo de deportividad al máximo nivel. Peugeot las aplica a aquellas versiones de sus modelos a las que quiere darles este toque. Es el caso del nuevo 308 GTi. Lo tiene todo para satisfacer al más exigente en materia de prestaciones, pero también puede conducirse como un coche de lo más normal.

Desarrollado por Peugeot Sport, el trabajo más concienzudo se ha realizado en el motor y chasis. La base mecánica es el 1.6 litros THP de gasolina del que se han producido dos variantes con 250 y 270 CV. Sobre este motor se han realizado diversas modificaciones en algunos componentes.

Así, la presión de la inyección directa se ha elevado a 200 bares, se ha optimizado el intercooler y el escape, el turbocompresor ofrece una presión máxima de 2,5 bares, la tasa de compresión se sitúa en 9,2 a 1 y lleva unos pistones forjados en aluminio y bielas y segmentos reforzados. La caja de cambios es manual de seis marchas y se ha reforzado para trabajar con la máxima exigencia.

El capítulo de prestaciones es bien elocuente. La velocidad máxima se sitúa en los 250 km/h y se puede pasar de 0 a 100 km/h en tan solo seis segundos. En ambas versiones, el consumo mixto homologado es de tan solo 6 litros, pudiendo ir tanto con gasolina de 98 octanos como de 95. Lo cierto es que la respuesta al acelerador es muy rápida y generosa.

Otro apartado en el que se ha hecho un trabajo específico es el chasis. Las suspensiones se han reforzado y adoptan un reglaje específico con mayor dureza tanto en amortiguadores como en muelles que también se han acortado, aunque tienen más extensión por lo que la carrocería se ha rebajado 11mm. respecto de un 308 convencional y las barras estabilizadoras también se han modificado. Los frenos, ventilados en las cuatro ruedas, se han sobredimensionado y llevan pinzas específicas. La dirección se ha optimizado y un diferencial Torsen garantiza una mejor adherencia en situaciones complicadas.

Si nos centramos en su aspecto y decoración, hay múltiples detalles específicos con respecto al 308 normal. Externamente se aprecia una parrilla delantera diferente, llantas de diseño especial y en la zaga destaca el doble tubo de escape y el logo GTi.

En el interior, los asientos, tipo bacquet con pespuntes rojos en las costuras, recogen muy bien el cuerpo y en el caso de la versión más potente van tapizados en cuero y Alcantara. Los pedales son de aluminio y no faltan detalles en rojo tanto en el volante como en la palanca del cambio.

El 308 GTi está disponible con seis colores de carrocería y una especial bitono en rojo y negro que lo hace aún más diferente. Después de todo lo descrito, parece que el 308 GTi solo lo puedan llevar aquellos que buscan y quieren un coche prestacional y que solo se puede conducir en estas condiciones tan deportivas, pero nada más lejos de la realidad.

El nuevo 308 GTi se puede conducir con toda normalidad y mucha facilidad, en ciudad y por carretera, disfrutando de un coche que se mueve con agilidad y ligereza pero que, a la vez, transmite una elevada sensación de seguridad en cuanto nos metemos por una carretera de curvas y sin oscilaciones o balanceos. El placer de conducción es máximo.