Cuando a la comida del domingo llega el mayor de la familia siempre sueles darle el mejor lugar en la mesa. Si además se trata del primer SUV en la historia de una marca, todavía más. Eso ha pensado Skoda que se lanza de cabeza al mercado de los crossover con una apuesta de tamaño considerable. No es que el nuevo Skoda Kodiaq sea excesivo en sus medidas exteriores pero ofrece un detalle que lo hace único, por ahora, fuera del mercado premium: la tercera fila de asientos o el 5+2. Sus siete plazas opcionales, sumado al mayor maletero del segmento con 720 litros y 2.065 litros (con los asientos abatidos) lo convierten en digno rival para los monovolúmenes de prestaciones parecidas y la opción más racional ante los precios de modelos como el Audi Q7.

Durante la presentación estática del nuevo Kodiaq pudimos ver de cerca los elementos característicos del diseño de la firma checa. Su carrocería mide 4,69 metros de largo por 1,88 de ancho y 1,67 de alto. Líneas sencillas pero marcadas que otorgan protagonismo a un frontal ideado para denotar robustez y carácter campero. La parrilla verticalizada constituye su identidad, al igual que los grupos ópticos alargados que surgen de su perfil cromado. Al mirarlo desde el lateral su distancia entre ejes (2,79) y el voladizo corto dan ciertas pistas sobre la amplitud de su interior. La zaga impone y añade sensación de anchura gracias a las ópticas LED y el blíster horizontal del portón. Estará disponible en 14 colores y 3 niveles de acabado: Active, Ambition y Style.

Su interior sorprende. Apenas es 4 centímetros más largo que el Octavia pero el espacio en su habitáculo es de notable. Siguiendo la pauta de la simplicidad, su diseño interior es limpio y sin extravagancias, un seguro de vida ante los constantes cambios del mercado. Cabe destacar que todos los asientos traseros pueden plegarse en la proporción 60/40 para ampliar la capacidad del maletero. Por si su capacidad no es suficiente el Kodiaq es capaz de remolcar 2,5 toneladas y ofrece un gancho de accionamiento eléctrico.

Motores

En el apartado mecánico el Kodiaq llegará propulsado por dos motores diésel TDI y tres gasolina TSI que van desde los 1.4 a los 2 litros y cuentan con el sistema Start-Stop. Empezando por la oferta gasoil, el TDI 2.0 estará disponible en 150 CV y 190 CV con un consumo homologado por la firma de 5,3 l/100km para el primero y una aceleración de cero a cien en 8,6 segundos para la segunda opción, que alcanza los 210 km/h. En cuanto a los gasolina, los dos TSI de 1.4 litros rinden 125 CV y 150 CV con un consumo de entrada de 6 litros a los 100. El TSI de 2.0 litros genera 180 CV con un par de 310 Nm.

Estos propulsores irán ligados a una transmisión manual de seis marchas o la reconocida DSG de 6 o 7 velocidades. Hemos hablado largo y tendido sobre este cambio automático de doble embrague y las sensaciones siguen siendo muy positivas, veremos durante la prueba. Además, el sistema de tracción puede ser delantero o total en todas las versiones y está incorporado en los motores más altos de la gama.

Equipamiento

Skoda ha querido crear un rival a tener en cuenta y por ese motivo el Kodiaq cuenta con todos los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción. El más innovador es el Asistente de Remolque: cuando se está arrastrando un remolque, el sistema se hace cargo de la dirección durante la marcha atrás lenta. El sistema 360 grados, el Front Assist con freno de emergencia en ciudad, control de crucero, Driver Alert y algunos más son ejemplo de la puesta a punto en cuanto a materia de seguridad. A esto cabe sumarle las conocidísimas soluciones Simply Clever, que siempre genera un vínculo emocional hacia esta marca. Una de las 30 que propone el Kodiaq es la protección de las puertas que se activa para evitar ralladas.

Skoda ha querido ir un paso más allá y entrar en territorio premium ofreciendo como opción el selector de modo de conducción, que permite modificar el comportamiento del coche: Normal, Eco, Sport e Individual. Las versiones con tracción integral incorporan el modo Snow.

No podemos olvidar que estamos hablando de un SUV y Skoda tampoco lo ha hecho. Para poder cumplir con sus demandas como todoterreno la firma checa incorpora el modo off-road, que gestiona el funcionamiento del motor, el chasis y los frenos en terreno irregular. Cuenta con el Asistente para descensos de pendientes, que hace todo el trabajo.