3Dar un paso al frente y mejorar es algo obligado en toda renovación generacional de un vehículo, pero dar además el salto hacia arriba no es algo tan sencillo. Skoda lo ha vuelto a hacer con la llegada del Scout, la versión más atrevida y campera de su berlina compacta.

El modelo, que parte de la silueta familiar (Combi) del Octavia, se convierte en un elemento de imagen, con más aspiraciones. Es más que un Octavia familiar. Es un concepto que incorpora las soluciones Simply Clever, elementos sencillos que aportan mucho a conductor (un pequeño cubo de basura, colgador para la chaqueta, alfombrilla reversible en el maletero, soporte para el móvil, bandeja de fijación en el maletero, entre otros muchos elementos), y que hacen al Scout un coche de referencia.

El nuevo Scout se caracteriza por ofrecer un diseño off road. Tanto la parte delantera como la trasera incorporan un parachoques de color negro con detalles de color de plata. La parte frontal cuenta con una amplia toma de aire y unos faros antiniebla específicos. Los umbrales de las puertas y los pasos de rueda también incorporan molduras de protección de color negro. La distancia al suelo se ha incrementado en 33 milímetros con respecto al Octavia para llegar hasta los 17,1 centímetros. En el interior destaca el volante multifunción de tres radios de cuero.

El modelo, que llegará a las calles en noviembre, entra en su segunda generación. Tras lanzarse en el año 2007 sufrió un remodelado en el 2009 y ahora llega con una nueva imagen y con una nueva plataforma (la MQB del grupo Volkswagen). No se trata de un todoterreno real, aunque lo es por diseño. Incorpora la tracción Haldex de quinta generación (con mejor rendimiento y menor peso), obteniendo menos consumo y emisiones.

El nuevo Scout ha crecido 10 centímetros respecto del anterior, alcanzando los 4,68 metros. Ofrece un buen espacio para cuatro adultos y dispone de un maletero amplio con 610 litros de capacidad, y con los asientos posteriores abatidos llega a los 1.740. Exteriormente se diferencia de su hermano familiar por los paragolpes, las molduras de protección laterales, las llantas de 17 pulgadas y los faros antiniebla con un perfil de diseño más afilado. Por dentro muestra el logo de Skoda en el volante y añade elementos y molduras de las puertas en símil de madera.

En materia de seguridad incorpora la tecnología que evita la colisión múltiple, seis airbags (incluyendo uno de rodilla, por primera vez en la gama Octavia). También dispone de bloqueo de diferencial electrónico, faros bixenon y led, tanto delante como detrás, detector de cambio de carril involuntario, detector de fatiga, control de crucero adaptativo y cámara de visión trasera.

La oferta mecánica del Scout, que no contará de momento con una versión 4x2, la componen tres motores. Uno de gasolina, el 1.8 TSi de 180 CV, cuyo precio es de 31.840 euros. Y dos motores diésel: el 2.0 TDi de 150 CV, que cuesta 30.340 euros, y el 2.0 TDi de 184 CV, asociado con una transmisión automática de doble embrague DSG, que se coloca en 32.740 euros.

Las tres variantes disponen del mismo nivel de equipamiento y entre las pocas opciones que tiene está el navegador, con pantalla táctil de ocho pulgadas. Con los descuentos del fabricante checo y el plan Pive, la versión básica podrá adquirirse por menos de 25.000 euros. "El nuevo Scout es un vehículo que aúna todos los valores de la marca: espacio excepcional, máxima funcionalidad, soluciones prácticas, la máxima seguridad y confort y la mejor relación calidad-precio". Esas son las virtudes que desde Skoda no se cansan de repetir.