Los trabajadores de la factoría Opel de Figueruelas en Zaragoza afrontan el inicio del "curso" laboral expectantes tras la integración de la compañía en la francesa PSA y concentrados en la fabricación del nuevo todoterreno Citroën Aircross, que se comercializará a finales de año, y del Crossland X.

Así lo ha señalado a Efe la presidenta del Comité de Empresa, Sara Martín, con motivo hoy de la decisión de aceptar la propuesta de la compañía de que los trabajadores de la línea 1 renuncien este año a cinco días de vacaciones todavía sin fijar y que quedarán pendientes de disfrutar el próximo año.

El motivo es que esta línea de producción es la que asume la fabricación de tres modelos: el Aircross; el Crossland X, del que la factoría Zaragoza ya ha superado los 50.000 pedidos de clientes, y el Mokka "Ultimate" y "no hay horas" hasta fin de año para producir las unidades necesarias, ha reconocido Martín.

El comité ha aceptado por mayoría la propuesta de la empresa de reforzar la línea con más días de trabajo y lo que ha hecho, ha informado su presidenta, es votar cómo se hacía la distribución de días no productivos, lo que no afecta a la línea 2, donde se fabrica el Corsa.

Martín ha explicado que el ambiente en la fábrica es de "concentración" con el fin de evitar fallos y ratificar la imagen de trabajo de calidad de la que goza esta factoría.

En estos momentos, el número de trabajadores está por encima de la plantilla fija, tras la entrada de los contratos relevo y las nuevas contrataciones que ha asumido la empresa, y Martín no descarta que si la carga de trabajo se mantiene y el nuevo modelo responde a las expectativas sean necesarios nuevos empleados.

El grupo automovilístico PSA Peugeot Citroën dio por finalizada, el pasado 1 de agosto, la compra al estadounidense General Motors (GM) del negocio automovilístico de Opel/Vauxhall, una operación anunciada el pasado 6 de marzo y que le permite convertirse en el "número dos" del sector en Europa.