De diciembre del 2013 a diciembre del 2014. Todo un año de fastos y celebraciones para conmemorar sus primeros 100 años de vida. Así encara Maserati la fecha en la que celebra su primer siglo de historia. Allá por el 1 de diciembre de 1914, en Bolonia (Italia), se fundaba lo que hoy es una compañía global con presencia en más de 70 países y que está cimentando su éxito en dos de los grandes mercados mundiales, Estados Unidos y China.

La marca del tridente, que ha apostado por el eslogan Absolutamente opuesto a lo ordinario como seña de identidad para este centenario, empezó su actividad apenas 13 días después de su fundación. El 14 de diciembre de 1914 arrancó oficialmente la historia de la firma transalpina que, por entonces, tenía como cabezas visibles a los hermanos Alfieri, Ettore y Ernesto Maserati, unos apasionados de la velocidad y la mecánica. La familia Maserati también estuvo representada en la empresa en sus primeros años por otros dos hermanos, Bindo, que entró a formar parte de la compañía a la muerte de Alfieri en 1932, y Mario, al que se atribuye la creación del famoso logotipo. Para su diseño se inspiró en la fuente del Neptuno de la Piazza Maggiore de Bolonia.

Maserati, cuyo nacimiento y consolidación se han asentado en la cultura y la historia de la automoción italiana, fabricó su primer automóvil en 1926, el denominado Tipo 26. Era un prototipo de competición que debutó con una victoria en la Targa Florio de ese año. Fue el primero de los triunfos en el mundo de la competición de Maserati a lo largo de su historia, entre los que sobresalen dos ediciones de las 500 Millas de Indianápolis, nueve victorias en Fórmula 1 y el Mundial de Fórmula 1 en 1957 con Fangio.

El inicio de la producción de modelos de calle se produjo en el año 1947 de la mano del A6 Granturismo. El punto de inflexión llegó en 1963, año en el que se presentó la primera generación del Quattroporte, el modelo más icónico de su gama y que en 2013 cumplió 50 años de vida. Previamente, una década antes, había visto la luz el A6GCS, con el que terminó la época de los motores sobrealimentados. Lo hizo el mismo año que el primer modelo de la marca fabricado a gran escala, el 3500GT.

Ambos pasaron a la historia de Maserati junto a otros modelos míticos como el 150GT de 1957, un descapotable de líneas redondeadas basado en el 150S de competición, el Bora de 1971, ya de la mano de Citroën --Maserati estuvo en manos de la marca francesa entre 1968 y 1975--, o el Ghibli de 1966. La marca de Bolonia ha recuperado recientemente esta denominación, ahora para una berlina y no para un cupé o descapotable como antaño.

Mitos rodantes

Otros modelos que han marcado una época en los 100 años de Maserati han sido el Mistral de 1963 y el Khamsin de 1973. Este último, junto al Ghibli, el Bora y el Kyalami, fue uno de los modelos del fabricante transalpino fruto de la colaboración directa con el diseñador Ghia en la época en la que Maserati pertenecía a ex piloto de Fórmula 1 argentino Alejandro de Tomaso, que le compró a Citroën la compañía en 1975. De Tomaso la traspasó en 1993, año el que Maserati pasó a formar parte del Grupo Fiat, situación que se mantiene en la actualidad.

Un siglo después de su fundación, la marca italiana encara el futuro con las máximas expectativas de crecimiento gracias a una gama mucho más amplía que hace unos años y presencia en los mercados importantes. Maserati ha sentado las bases para cumplir, como poco, otros cien años más.