Un suave entrenamiento en una mañana calurosa. Suave en Krasnodar con los jugadores suplentes (solo Isco y Thiago pisaron la hierba) que actuaron ante Túnez en el último ensayo antes del debut en el Mundial en Sochi el próximo viernes. Suplente y revulsivo es Iago Aspas, el delantero del Celta, que no se afianza en la titularidad, a pesar de que está teniendo un excelente rendimiento. Suplente y autocrítico porque reveló que España había perdido las buenas sensaciones que desprendía camino de Rusia. Pero Suiza y Túnez han ejercido un freno para la selección. Dos partidos, un empate, una victoria y solo dos goles marcados (Odriozola y Aspas).

"No, no tengo que matizar. Siempre se sacan los puntos a las íes. Es verdad que hemos tenido mejores partidos, pero jugamos contra un rival valiente, que nos sorprendió a todos", ha dicho Aspas, recordando que "la gente, tras el 6-1 a Argentina, pensaba que le ibamos a meter ocho goles a Suiza y 10 a Túnez. Si ganamos a Portugal, los amistosos no importarán", ha añadido después, convencido de que él debe "intentar aprovechar cada uno de los minutos" que le conceda Lopetegui.

10 PARTIDOS, 5 GOLES, 5 ASISTENCIAS

No se quiere sentir suplente. Ni tampoco revulsivo. Lleva cinco goles en sus 10 partidos con España en los que, además, ha regalado cinco asistencias. "A mí me gustaría jugar de titular, como a cualquiera de los 23 que estamos aquí. Pero si me dan cinco minutos los tengo que aprovechar. Si me dan 15, también. O 45", ha comentado el delantero del Celta, consciente de que "viene de un equipo pequeño", lo que le da un rol más marginal por detrás de Diego Costa (Atlético) y Rodrigo (Valencia).

"No, no tengo ninguna ansiedad. Tengo mucha ilusión", ha precisado Aspas, acostumbrado a moverse por todo el frente de ataque, tanto en su etapa en el Liverpool como ahora en el Celta. Y, por supuesto, con la selección española. "Para mí, esa polivalencia es buena. Aunque, a veces, es difícil porque vales para todo y no sirves para ningún puesto. Eres suplente de todos", ha añadido el jugador gallego, quien bromeó que no para de "recibir mensajes de mis amigos y de exentrenadores preguntándome por qué no juego".

Pero, respetuoso con Lopetegui, él solo piensa en aprovechar su presencia en el césped para reinvidicarse. "Estoy muy tranquilo, vengo de un club pequeño y sabía que lo que me tenga que ganar lo ganaré en el terreno de juego. No tengo ninguna presión, estoy aquí para disfrutar", ha subrayado, feliz porque esa fórmula del doble nueve con Costa le salió bien a España. "Lo hemos hecho pocas veces. En Israel también jugué por detrás del punta y ahora contra Túnez".