La doctrina oficial del deporte español es que hay que estar "moderadamente satisfechos" del papel desempeñado por el equipo en los Juegos que se cerraron el pasado domingo en Pekín. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, se aparta tanto del optimismo más desaforado como de los balances catastrofistas, pero insiste en que hay que estar contentos con la imagen que ha dejado el deporte español en la capital china, sin olvidar que hay que preparar mejor la próxima cita, en el 2012 en Londres.

--Se había hablado mucho de superar el techo de las 22 medallas de Barcelona-92, y no se ha logrado. España se ha ido de Pekín con 18 podios.

--Por los datos comparados de que disponíamos de los Mundiales previos, esperábamos superar las 20 medallas. Pero creo que hay que estar contentos. Al menos, yo lo estoy. Me quedo con lo positivo, con los momentos brillantes de nuestros deportistas. Con el papel de Nadal o de la selección de baloncesto, por ejemplo. Estar a punto de ganar a toda una NBA da una imagen magnífica del deporte español.

--¿El balance es positivo, entonces?

--Tiene que serlo. España ha pasado en el medallero del puesto 20° de Atenas-2004 al puesto 14° de Pekín, y en hombres estaría el 9°. Se logró una medalla menos, es verdad, pero las que se obtuvieron son de mayor valor, más oros y casi las mismas platas. En deportes de equipo, solo Estados Unidos, con cuatro, ha sacado más medallas que nosotros (3). Y eso sin contar la natación sincronizada; entonces serían cinco. En deportes con tradición, como la vela, el piragüismo y el tenis, se ha continuado ganando, y se han tenido medallas y diplomas en especialidades como la esgrima, la halterofilia y la lucha, que no se podían ni haber soñado hace algunos años.

--Pero convendrá en que también se ha fallado en otros deportes...

--Sí, es evidente que ha habido agujeros. En natación pura, el nuevo equipo directivo que salga de las elecciones tendrá que ponerse las pilas, porque España lo puede hacer mejor. Es una federación que tiene que trabajar mucho. Si un serbio como Cavic puede poner en aprietos a Phelps, los españoles también lo pueden hacer mejor. Algo falla. También es contradictorio el resultado del atletismo, a pesar de que han pasado de seis diplomas en Barcelona-92 a 11 en Pekín. Pero lo cierto es que en el deporte más grande de los Juegos nos hemos ido sin medalla.

--Entonces, ¿qué falla?

--Hay que trabajar más en la cultura del deporte. No podemos obligar a ningún niño a ser campeón olímpico, pero si alguno lo quiere ser, debemos trabajar la base para darle la oportunidad de intentarlo. Queremos mejorar la base social y el concepto polideportivo del país. Hay que crear las condiciones idóneas para que el deporte se pueda practicar en todas partes y también pensar en todas las federaciones, y ser más competitivos. Nada más volver, voy a plantear ya el plan PL-12, el programa de trabajo y de objetivos para los Juegos de Londres-2012.

--Cuáles serán los objetivos de este plan?

--No podemos caer en la autocomplacencia. Estamos moderadamente satisfechos de los Juegos de Pekín y creo que progresamos adecuadamente, pero el empujoncito que hemos dado no es suficiente. Hemos dado un pasito adelante, pero no hemos tocado cima, no hemos hecho ni el Everest ni el K2.

--¿Cuál ha sido la mayor decepción de Pekín?

--Realmente solo tuvimos una, y fue cuando se dio el positivo de la ciclista Maribel Moreno en los inicios de los Juegos. Todo lo demás entra en el terreno de los deportivo. Las cosas podrían haber salido distintas, pero no son decepciones. Por ejemplo, tuvimos cuatro combates por el bronce que perdimos, dos en judo, uno en taekwondo y otro en lucha libre. También hubo cuatro números uno del equipo que no consiguieron medalla. No critico, desde luego, a Marina Alabau, Paquillo Fernández, Alberto Contador y Javier Gómez, porque su comportamiento fue ejemplar y lo dieron todo. Pero sus derrotas demuestran que en unos Juegos ni esas medallas que damos como seguras lo son.

--¿Y con qué se queda de estos Juegos?

--Me quedo con la imagen de equipo. España ha avanzado, aunque no tanto como queríamos. Ha logrado 18 medallas de 54 finalistas. Ha sacado diplomas en 17 deportes, ha tenido medallas de más calidad y ha dado continuidad a tres meses de grandes éxitos del deporte español por todo el mundo. Phelps y Bolt han sido los iconos de Pekín, pero después también han aparecido, y lo digo sin pudor, Rafa Nadal y una selección de baloncesto que obligó a Kobe Bryant a sacar lo mejor de sí mismo para ganar una final espectacular.