La crisis ha llevado aparejada una disminución en la recaudación de impuestos. Por otro lado, el Ministerio de Economía y Hacienda anticipa a los municipios el tramo que les corresponde de los tributos previstos. Y una cosa lleva a la otra. Los ayuntamientos deben ahora devolver lo que ingresaron de más, en el caso de Zaragoza 73,8 millones de euros. En este aspecto sigue siendo la quinta ciudad de España por volumen de deuda con el Estado, pero eso no evita que haya que cumplir, las arcas entre instituciones están diferenciadas, pero todo sale del bolsillo de los contribuyentes. Ahora bien, en circunstancias económicas como las actuales, la búsqueda de recursos para subsanar adelantos ya invertidos no es fácil sin ahogar la tesorería municipal. Urge, pues alcanzar acuerdos que amplíen el tiempo de devolución de una deuda que nadie cuestiona.