El constructor soriano y expropietario del Real Zaragoza Agapito Iglesias se enfrentará a una petición de seis años prisión por el último caso investigado en relación con sus obras en Plaza. Se trata del caso Aulario, por la presunta emisión de una factura de 2 millones por trabajos ficticios, el caso queda ahora pendiente de una vista oral en la que el empresario de infausto recuerdo en Aragón tendrá que explicar por qué facturó unos trabajos que según las acusaciones no se realizaron. Urge esclarecer estos hechos, que los aragoneses se sientan resarcidos de las fechorías de este personaje.