Los expertos alertan de que la mitad de la población será alérgica a algún tipo de polen en el año 2050. Desde el punto de vista de la salud pública estamos ante un dato alarmante que, sin embargo, no parece preocupar lo suficiente a las autoridades. Las emisiones de partículas en suspensión, amén de otras consideraciones, parecen tener una relación muy directa con la propagación de esta enfermedad. Urge tomar medidas a escala global.