Los barones socialistas reunidos en la capital aragonesa el fin de semana se quedaron gratamente sorprendidos con La Aljafería, marco en el que celebraron su cumbre para abordar la reforma de la Constitución y rubricar la denominada Declaración de Zaragoza. Gustó el escenario y su trascedencia histórica, como crisol y testigo cultural en la historia, e incluso algunos aseguraron que volverían en visita privada para conocer mejor el edificio.