He querido hacer un ejercicio de análisis sobre los análisis y reflexiones que hacen los partidos políticos con el resultado de las elecciones europeas y hay toda una serie de cuestiones que me llaman poderosamente la atención; la primera y principal es como consideran, algunos de ellos, que la democracia (y sus condiciones) es solo suya y nos prestan a los ciudadanos, como sello de calidad y garantía, la capacidad de votar, pero una vez pasado este momento, todo vuelve a su ser, es decir, los intérpretes de la democracia son ellos.

En otro orden de cosas, nos ofrecen un magnífico espectáculo, nadie queda al margen, esta es la pelea de todos contra todos. Los hay que nos dicen con insistencia lo mal que estaba todo y tuvieron que limpiar; los hay que manifiestan como otros no hacen lo que dijeron que iban a hacer; los que dicen que ya basta de siempre los mismos y que hay que romper eso. Y así podemos continuar hasta llegar a la conclusión de lo que sucede y es que no saben, ignoran que los ciudadanos estamos ahí, que existimos.

No todo termina aquí, porque con el claro concepto que tienen de ser un grupo selecto que forman un club al que no es posible que entren otros sino tienen acreditado el pedigrí correspondiente; y lo que es peor, algunos manifiestan alto y claro que hay quienes por la edad, por el tiempo en la política u otras ocurrencias no pueden seguir y quizás se les olvida que en este nuestro país existen dos libertades básicas: una la de poder presentar su candidatura el que así lo desee y su partido se lo acepte; y otra la que tienen los ciudadanos en dar su voto a quien consideren.

NO EN VANO, somos nosotros, los ciudadanos, quienes debemos dar los marchamos a aquellos que se nos presentan, somos quienes debemos hacer la crítica a los políticos y sus programas, manifestando si lo que tenemos ante nuestros ojos es lo que deseamos o no encontramos a lo que aspiramos y puedo asegurarles, que para todo ello no necesitamos ayuda, sabemos con toda certeza lo que queremos votar; aunque también hay que criticar con toda firmeza a aquellos que no van; porque el voto en blanco ya está inventado y se puede computar como contrapeso de los modelos que nos ofrecen.

En definitiva, vistas las cosas como parecen, podría llegarse a la conclusión, que estamos ante un grave problema, y no es que los políticos que tenemos sean malos o buenos, sino que son un reflejo de nosotros mismos, forman parte de la sociedad que nos hemos dado. Tampoco forma parte del corazón del problema, que vivamos una situación de crisis económica, otros la tienen y salen. Creo que lo fundamental es algo novedoso, estamos jugando un partido en el que los políticos se encuentran en un campo y los ciudadanos en otro. Pues bien, es necesario que establezcamos un compromiso que nos conduzca a estudiar y buscar soluciones a los intereses comunes y generales, que nos lleve a identificarnos y confluir en aquello que nos hace más personas y por tanto más ciudadanos; interpretémonos en conjunto y de esta forma nos podamos convencer de que el viaje lo hacemos todos juntos.

Y por último, para que nuestros políticos, sin exclusión, se mentalicen en los objetivos por los que desean entrar en política y comprueben que estos concuerdan con los que de verdad cumplen los fines que necesitan y demandan los ciudadanos. Dejen de mirarse entre Vds. como si fuesen enemigos, todos pueden aportar, porque de lo contrario los ciudadanos terminaremos exclamando como Romanones: ¡Joder qué tropa!

Presidente de Aragonex