En apenas cinco meses, desde que la comunidad aragonesa se integró en el sistema de interoperabilidad de la receta electrónica, casi 15.000 ciudadnos se han beneficiado de esta atención farmacéutica, de los que casi 10.000 son aragoneses que han recibido su medicación en otras comunidades. Unos 5.000 pacientes de fuera las recogieron en Aragón. El procedimiento, al que se han incorporado la mayoría de comunidades --y las que faltan lo harán a lo largo del 2017--, permite favorecer a los pacientes que precisen de medicamentos y se encuentren fuera de su comunidad. Una iniciativa de sentido común que se ha adaptado a las necesidades de los pacientes y que las tecnologías permiten aplicar sin problemas.