El PAR se quedó ayer solo en su intento de que las Cortes exigieran a la DGA un proyecto de ley de familias monoparentales. Una norma que clarificara la tipología de las mismas, reconociera sus características y necesidades propias y planteara medidas concretas de protección y ayuda. ¿Por qué la idea defendida por Elena Allué no obtuvo un solo apoyo cuando otras regiones tienen regulado el título de familia monoparental? Es algo que deberían explicar los partidos, cuya actitud redunda en que la desvertebración del país no solo sea poblacional o económica, sino también legal.