Javier Lambán perdió el domingo más de 55.500 votos respecto a los resultados electorales de hace cuatro años, más de 7,5 puntos porcentuales, cuatro diputados y, en definitiva, tuvo el peor resultado de la historia en elecciones autonómicas desde el año 1987. Pero el secretario general de los socialistas está muy satisfecho. Básicamente por dos razones de peso. La primera y clave es que ha logrado su objetivo primordial de ser el primer partido de la izquierda aragonesa, y la segunda es que pese al mal resultado cosechado le permite liderar el Gobierno de Aragón desde la izquierda.

Lambán, con sus agujeros en Zaragoza, con unos malos resultados en el ayuntamiento de la capital, debe situarse a partir de ahora en el carril de la izquierda de verdad y no dejarlo si quiere seguir contando con el apoyo de la ciudadanía. Se abre una etapa similar a la que abrió su aliado Juan Alberto Belloch en la Alcaldía de Zaragoza en el 2011. Hace cuatro años, el socialista perdió un porrón de votos y de concejales pero tuvo que reinventar su discurso para amarrar el que entonces era el último bastión socialista. Se alió, a regañadientes, con CHA e IU, dejó sentado en la oposición al PP y empezó a caminar en el poder municipal.

Eso es lo que tiene que hacer ahora Lambán pero con diferencias. No debe incurrir en los errores que cometió el alcalde zaragozano al girar a la izquierda. El domingo, su aspirante a sucesor, Carlos Pérez Anadón, recogió aquellos frutos en forma de un traspiés electoral. Y además, el secretario de los socialistas aragoneses no tiene cuatro años para dirigir la nave de la izquierda. Su primera e importante meta está a final de año, en las elecciones generales.

El PSOE de Lambán tiene que ejercer una acción de gobierno plenamente de izquierdas y debe ir de la mano de Podemos a quien debe considerar un aliado en la comunidad, hablando, eso sí, el mismo idioma. Los 14 diputados de la formación de Pablo Echenique deben servir de materia prima para lo que debe ser el nuevo laboratorio de la izquierda de Aragón. Pero ahí los socialistas deben eliminar todos los tics de otras épocas, deben ser claros y transparentes y, sobre todo, deben estar con la gente y tienen que ser realmente de izquierdas. Con todos los planteamientos que aglutina el término No es difícil.

Lo que se ha encontrado Lambán es una prórroga que debería aprovechar. Mirando hacia adelante, con gente nueva, conectando con la calle (el líder ha mejorado pero aún le cuesta tener feeling con la sociedad y eso es un grave problema). Tiene por delante menos de medio año intenso pero puede jugar una gran baza. Podemos va con el viento a favor pero para crecer tiene que apoyar al PSOE en Aragón, al menos, para formar Gobierno. No se entendería lo contrario. No valen más casos como el andaluz. Y después, si rema en la misma dirección, quizás consiga desdoblar todos esos votos que ahora se le han ido hacia esa izquierda radical.

Lambán no puede ser más triste y si da ese impulso a la izquierda, el resultado no será como la herencia de Belloch.